El asesino reencarnado es un genio de la espada pt 1°

Capitulo 175

Raon regresó a Zieghart con Runaan, que abrazaba su nueva espada como si fuera un tesoro precioso, e Ira, que estaba de mal humor porque no podía comerse el cerdo asado de Utan.
Como ahora tenía una afiliación, fue al quinto campo de entrenamiento antes de ir al edificio anexo. Debido a que era la hora de la cena, no había espadachines alrededor. Rimmer estaba tirado solo en la plataforma.

— Líder de escuadrón, he regresado con mi espada. —

— ¿Eh? Huuh. —

Rimmer se puso de pie, caminando como un borracho. Su rostro era mucho más delgado que antes, las vendas estaban envueltas alrededor de varias partes de su cuerpo y su cabello rojo estaba ennegrecido, como si hubiera sido quemado por el fuego.

— ¿Te pasó algo? —

— No precisamente. —

Agitó la mano con desdén, diciéndole que en realidad no pasó nada. Sin embargo, su expresión lo delató. Raon pensó que alguien lo había golpeado por causar problemas mientras jugaba.

— ¿Volviste a hacer un alboroto después de perder dinero? —

— ¡Y-Yo no perdí! ¡Gané esta vez! –

— Entonces, ¿por qué te ves así? —

— Había un viejo desagradable... —

Rimmer suspiró, mirando al suelo.

— ¿Un viejo desagradable? —

— Sí. Es una persona extremadamente malvada. Él no revela lo que está pensando y no puede soportar ver a otros haciéndolo bien... ¡Keuh! —

— Ya veo... —

Al igual que cuando escuchó a Ira, Raon simplemente restó importancia a sus palabras. Aparentemente, Rimmer estaba siendo patético nuevamente mientras forjaba a Guía Celestial.

— Bostezo... —

Incluso Runaan estaba bostezando. Ella debe haber estado aburrida.

— Desde que entregué mi informe, voy a volver. —

— ¡Espera! —

Cuando estaba a punto de irse después de despedirse, Rimmer levantó la mano.

— ¿Ustedes dos intentaron usar sus espadas? —

— Regresamos justo después de recibirlos. Por supuesto, no lo hicimos. —

— Entonces deberías darles una oportunidad. —

Sonrió, señalando a Guía Celestial que colgaba de la cintura de Raon.

— Tengo una idea bastante buena de las espadas, como ya sabes. –

— No sabía eso. —

— ¡D-De todos modos! Yo observaré, así que intenta desenvainar tus espadas.—

Raon negó con la cabeza, pero Runaan inmediatamente sacó su espada. Aparentemente quería presumir de su espada.

Cling.

La hoja de plata brilló bajo la luz de la luna de color amarillo dorado, iluminando el tenue campo de entrenamiento.

— ¡Oh! —

Los ojos de Rimmer se abrieron después de examinar la espada de Runaan de arriba a abajo.

— Tiene el filo y la frialdad propios de una espada hecha de sangre fría. Está muy bien hecho. —

Lo admiró, comprobando la espada de Runaan desde diferentes ángulos.

— Parece que fue hecho por el actual jefe del Pueblo Mirtan. El patrón es exactamente de su agrado. —