Capítulo 5

27 2 0
                                    

Rhaenyra.

Acaricié la cabellera de la pequeña frente a mí, ambas veíamos el cesped y las mariposas volar con una sonrisa en los labios. La tarde siendo fresca y cómoda para la pequeña Jae y para mí; Hela me había dicho qué iría por Jahe a sus lecciones y luego se vendría a reunir conmigo en el jardín, aunque por lo visto se iban a tardar un buen rato pues había pasado mucho desde que mí hermana me había dejado aquí, aún así, disfrutaba el tiempo con la pequeña. Dos semanas, dos semanas exactas desde que estaba encerrada en estos muros y los miles intentos de escape siempre era frustrados, cada día me volvía menos optimista cuando Alicent llegaba a mís aposentos y terminabamos peleando con total agresividad, pero como siempre, su alfa era la perdición de mí omega y tan pronto nuestro aroma se combinaba, yo caía débil en mís sábanas presa del placer que ella me daba.

Y me dolía, me ardía saber que yo era tan estúpida cómo para siempre caer en sus brazos, pero lo que más me dolía era no poder volver con mís muchachos, entendía que ellos estaban tan lejos de mí que dolia y lastimaba. No sabía nada de ellos y no me podía comunicar con ellos, parecía imposible al menos mandar un cuervo sin que esté fuera aniquilado y consigo el sirviente que hubiera ayudado, estaba jodida en estás paredes.

Jae trajo una pequeña mariposa en su mano, y yo sonreí admirando a la pequeña criatura blanca en sus manos, acariciando las hebras blancas la inocente niña frente a mí. Pequeñas lágrimas se formaron en mís orbes, siendo testigos de la belleza que pude alguna vez admirar sí mí pequeña estuviera viva, sufriendo y sintiendome muerta en vida. Una voz me hizo limpiar mías lágrimas mientras veía cómo Alicent se acercaba con esos habituales vestidos verdes que estaba empezando a odiar y aborrecer con mí vida, como ella yo vestía del verde, sólo que el mío era claro ya que era más tolerable que el oscuro, incluso algunas veces podía usar tonos lilas o azules claros, pero siempre recaía al horrible verde.

  ⸺ Siempre he dicho que tienes un brillo espectacular cuando cuidas a bebés, siempre me ha encatado verte cuidar a los cachorros y me preguntaba si algún día te vería cargar al mío.⸺ Hice una mueca y dejé que la pequeña jae fuera a pescar otra mariposa.

  ⸺ Un hecho que pudo ser realizada alguna vez, y luego lo arruinaste seduciendo a mí padre.⸺ Respondí con una sonrisa sarcástica y acomodé mi vestido antes de qué Alicent se agachará tomando mí rostro con violencia.

  ⸺ Deberías cuidar tú lengua, no quieres hacer enojar a tú alfa. Es de irrespetuosos eso, nyra.⸺ Agarré su mano y la quité con la misma brusquedad.

  ⸺ Mi alfa murió hace dos lunas, tú. Eres sólo un reemplazo.⸺ Dije y Alicent soltó un bufido viendo hacía la pequeña Jae que ya venía con nosotras.

  ⸺ Pero el realmente nunca lo fué, porqué siempre portastes mí marca. ¿No es así, omega?⸺ Respondió con una sonrisa socarrona y antes de qué pudiera responder, la pequeña llegó mostrandome nuevas flores con su voz angelical.

Nisiquiera me atreví a responder, la impotencia ganandome a niveles anormales. Pude tomar un respiro cuando mí hermana llegó con el pequeño Jahe y Alicent empezó a jugar con sus nietos. Los dioses me odiaban, estaba segura y al parecer ser feliz nunca fué una opción para mí.

  ⸺ No dejes que te preocupé, es lo que hace. Deberíamos prepararte para la cena, ven.⸺ Negué y tomé su mano con cariño, gesto que Alicent tomó y sonrió, cómo sí fuera una victoria que ambas nos llevaramos bien. Sólo ignoré eso y seguí mirando a Hela.

  ⸺ Está noche puedo arreglarme yo, ve tú con los niños a arreglarte. Ambos deben tener mucha hambre.⸺ Respondí y ella asintió antes de qué yo me levantará, deje una última mirada en Alicent y me retiré sintiendo como el corset me ahogaba.

Cenizas rojas y verdes.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora