Mi respuesta.

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_Emmm…sí, mamá…sí…ya puedes soltarnos…Nos están viendo todos… ¡Mamá!_ dijo un Ron molesto e irritado por la exagerada despedida de su madre. Tenía a sus dos hijos apretados en un abrazo que cortaría la respiración a cualquiera. Harry y Hermione no hacían más que reír, entre enternecidos y divertidos, ante la mirada fulminante de los dos pelirrojos.

_Oh, lo siento, es que no puedo creer que se vayan ¡Y en su séptimo año! los extrañare mucho, mis niños_ comentó emocionada Molly Weasley, esta vez estrujando a unos Harry y Hermione arrepentidos por haberse burlado de Ginny y Ron, al sentir el abrazo en carne y hueso.

Ron puso los ojos en blanco, en todas las despedidas era igual: Su madre lloraba y armaba alboroto en plena estación 9 ¾ de King's Cross, ante las miradas burlonas de niños magos.

_Muchas gracias señora Weasley, nosotros también la extrañaremos mucho_ dijo Harry sonriente, aún siendo apretado por la madre de su amigo.

Un silbido interrumpió aquél estrecho abrazo, y el niño que vivió y la castaña tuvieron la excusa perfecta para salir de los brazos de la señora Weasley. Ya era tiempo de subir al expreso de Hogwarts y despedirse de todos.

_Bueno, pues no queremos que pierdan su tren; así que supongo que los…ve-veré en Navid-dad…_Pero la palabras de la madre de Ron eran interrumpidas por un nudo en la garganta donde se acumulaban todas las lágrimas._Lamento que Arthur no hubiera podido venir a desearles un buen regreso al colegio, pero el trabajo lo tiene muy ocupado. Y ya conocen a los hermanos Weasley, no vienen para despedirse pero sí para dar la bienvenida._A esta altura, Harry ya había subido sus maletas al tren y estaba ayudando con las de su novia.

Cuando todos estuvieron en el expreso, en el último compartimiento (en el cual habitualmente se sentaban) asomaron sus cabezas por las ventanillas y saludaron a la señora Weasley, quien ya no podía contener las lágrimas.

_ ¡Adiós! Prometan escribirme apenas lleguen_ Y al obtener una vaga promesa por parte de todos, prosiguió_ Los echaré mucho de menos. Compórtense y dejen descansar a los profesores y a la directora McGonagall_ Esto último lo gritó ya que el tren había arrancado. Corrió todo lo que pudo siguiendo al tren para luego mirar melancólica la parte trasera de éste.

Hermione y Ron se pusieron sus túnicas portando sus insignias pulidas con la P de Prefecto.

_ Harry, Ginny, nos dirigimos al..._

_ Compartimiento de prefectos, ya lo sabemos_ Completaron la frase Ginny y Harry al unísono, con un tinte de irritación en sus tonos de voz.

Después de un rato, entraron al compartimiento Neville y Luna que los saludaron alegremente y se la pasaron un rato hablando sobre sus vacaciones.

_ ¿Cómo estuvo su verano?_ Preguntó Ginny.

_ ¡Excelente! hacía años que no pasaba un verano tan bueno; mi abuela no me regañó ni una vez, claro está que era un poco incómodo y agotador que me adulara frente a sus amigas. Pero supongo que esta orgullosa de mí, ella siempre pensó que yo era un Squib… con un poco de suerte_ Respondió Neville un poco cabizbajo por esto último.

_ ¿Y el tuyo Luna, cómo estuvo?_ Esta vez fue Harry quien preguntó.

_ Fue muy bueno, por fin al ministerio le interesan las investigaciones de papá. Pero él cree que es por influencia mía, ya sabes por combatir en la batalla, pero yo siempre le aseguré que algún día todos iban a entender la importancia de sus ideologías_ Contestó ella con su típico aire soñador.

_ Claro…_ Comentó Ginny, sin saber que decir realmente. Sólo había hablado para evitar el incómodo silencio que se producía luego de que Luna decía algo excéntrico_ Ey, Neville ¿Pero tu que haces aquí? Me refiero a que el año pasado si asististe a clases ¿Cómo te dejaron volver?_

Secretos en la BibliotecaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora