¿Estas libre esta noche? | FayeYoko

Capítulo 22

—¡Faye! Llegaron justo a tiempo, el ensayo pronto comenzará —exclamó Lingling entusiasmada y corrió a abrazarla.

—¿Y cómo creías que me lo iba perder, duendecillo? La madrina tiene que estar presente.

—¡Qué emoción! Algunas de mis damas de honor también ya llegaron —Se soltó de Faye y luego me abrazó a mí— Que gusto de verte, Yoko. Que bueno que sí viniste, por cierto, tú y yo tenemos una conversación pendiente —señaló y yo la miré asustada, pero ella me sonrió.

—Hermanita, por favor déjame abrazar a la mujer que por fin ha hecho sentar cabeza a la Casanova esta —dijo Freen sonriendo y Lingling se apartó, me sentí tan pequeña debido a su altura— Que gusto volver a verte y más de saber que eres novia de Faye, pensé que se nos quedaba solterona la muchacha —Se separó y puso sus manos en mis hombros— Ya ves lo que dicen, Yoko. Hermana saltada, hermana quedada —añadió en tono divertido.

—Freen, compórtate. ¿Qué va pensar Yoko de tus afirmaciones? —intervino su mamá, que me dio una tierna sonrisa y también me abrazó— Bienvenida, linda —añadió amablemente.

—Pues, son la pura verdad, yo ya hasta estaba pensando en rifarla, no sabes el susto que me dio cuando Lingling anunció su boda y esta hermana mía sin novia, no podía haber una solterona en la familia, ¿Qué iban a pensar de ella?

—Freen, ya basta por favor —dijo seria su mamá después de soltarme.

—No se preocupe, Señora. Es mejor ir conociendo la personalidad de cada uno.

—Charlotte, por favor, dime Charlotte y háblame de tú, hija.

—Está bien, me costará trabajo, pero lo intentaré... Charlotte.

—A mí también dime Engfa, por favor. No me gusta que me hablen de usted, me hace sentirme vieja y aún no lo estoy —señaló la otra señora Malisorn y también me abrazó.

—Gracias por el recibimiento —dije abrazándola todavía.

—No tienes nada que agradecer, eres la novia de Faye y es lo menos que podemos hacer para agradecerte que estés aquí en un evento tan especial para la familia.

—Al contrario, gracias por la invitación.

—No tienes nada que agradecer, Yoko. Yo quería que estuvieras aquí y eso que aún no estabas con mi hermana, pero tuve un presentimiento y no me equivoqué —dijo Lingling y después soltó una risita traviesa.

Becky se acercó y me saludó de beso en la mejilla al igual que Orm, que lo hizo después que ella y luego tomó a Lingling de la mano. Freen abrazó a Becky y la miró como pidiéndole permiso para hablar y ella le sonrió asintiendo.

—Pues ya que está toda la familia completa, mi esposa y yo tenemos que hacerles un anuncio —exclamó de lo más feliz y le dio un beso en los labios— Diles, mi amor.

—Bueno, el lunes pasado fui al médico y me confirmó mis sospechas... Estoy embarazada, tengo ocho semanas —anunció y Freen puso su mano sobre su vientre.

—¡Felicidades! Hasta que le atinaste, hermana. Ya tres años de casadas y sin bebés, estaba empezando a creer que te habían dado un golpe mortal en el americano —exclamó Faye y la abrazó.

—Es que quisimos prolongar la luna de miel y además estuvimos practicando mucho para que nuestro primer hijo saliera perfecto.

—Entonces se parecerá a Becky porque tú de perfecta no tienes nada.

—¡Envidiosa! Yo también espero que tus hijos se parezcan a Yoko.

—Creo que es un poco apresurado hablar de hijos, Freen. Apenas iniciamos nuestra relación —dije sonrojada ante tal idea.