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Al día siguiente por la noche, Jack y Fagin habían ido al bar a tomar un poco, disfrutando de la vida y hablando de sus cosas. Incluso mencionaron a Elodie después de que una chica se sentó en las piernas de Jack, pero él la levantó y ella se fue. Poco después, el capitán Gaines entró con su gente y comenzaron a golpear a las personas. El capitán ordenó arrestar a Jack y establecieron una nueva "ley" que limitaba a una copa por persona.

Mientras tanto, las tres hermanas Fox fueron al hospital a visitar a Sneed por petición de Fanny.

-Él está bien -murmuró Elodie una vez más antes de entrar para convencer a su hermana de regresar.

-¿Cómo sabes? Tú no lo operaste -la miró.

-Sí, Elo, tú no lo operaste -bromeó Belle, pues ella sabía la verdad.

Entraron y, frente a ellas, pasó la enfermera Hetty.

-Disculpe, enfermera, ¿el doctor Dawkins está aquí? -preguntó Elodie.

-¿Un viernes por la noche? Está haciendo una visita a domicilio en el "Cat and Bagpipes" -le dijo y se fue.

-¿Ya lo extrañas? -preguntó Belle mientras subían las escaleras.

-Mucho. -Su hermana rió porque pensó que era una broma, pero la verdad es que no lo era; en realidad, lo extrañaba.

-¿Debería darle una oportunidad a Sneed? -preguntó Fanny.

-No.

-Sneed no te conviene -le dijeron sus hermanas.

-¿Pero a ti sí te conviene ese doctor Jack, que es un ratero? -le contraatacó su hermana Elodie.

-No, nadie dijo eso.

-A ninguna de las dos les convienen; solo las usan por querer casarse con las hijas del gobernador. Se casarían hasta con el perro -dijo Belle. Se casarían con cualquiera para llegar a sus fines.

...


-También hay macarrones de coco, frambuesas, caramelos y, oh, mermelada de pimienta -le decía Fanny a Sneed mientras los señalaba-. La hice yo para ayudarle a recuperarse.

-Qué encanto -respondió él sin entusiasmo alguno-. Lady Elodie, ¿cómo está? -miró a la chica que estaba parada, pensando en alguien.

-Pero está bastante picante -seguía diciendo Fanny.

-Mejor que otros.

-Creí que el doctor me cortaría la pierna.

-Lo iba a hacer -sonreí-, pero no lo dejé.

-¿Se preocupó por mí?

-Sí, un poco -desvió la mirada.

-Me hace sentir bien eso -sonrió forzada Lady Elodie.

𝗦𝗮𝘆 𝗬𝗼𝘂 𝗪𝗼𝗻'𝘁 𝗟𝗲𝘁 𝗚𝗼-𝑱𝒂𝒄𝒌 𝑫𝒂𝒘𝒌𝒊𝒏𝒔-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora