4- Los preparativos

4 1 0
                                    

Habían pasado ya dos semanas desde que habíamos anunciado que nos marchábamos a Italia, por lo que estábamos a mediados de julio.

Ya habíamos empezado los clases en el curso intensivo de italiano y la verdad que no me disgustaba, de hecho lo disfrutaba, sirvió también para tener algo que hacer en verano y no pasármelo durmiendo y con el móvil. Mis hermanas y yo íbamos de lunes a viernes por la mañana de 10:00 a 14:00 y los martes y jueves también por la tarde de 16:00 a 18:00. Mi madre no tenía vacaciones hasta agosto, por lo que se pasaba las mañanas trabajado y cuando salía de trabajar a las 15:00-15:30, tenía que ir directamente a la academia ya que su clase empezaba a la 16:00, por lo que se llevaba la comida de casa y aprovechaba ese tiempo entre que salía del trabajo y entraba a clase, para comer. Mi padre ya estaba de vacaciones por lo que le daba igual el horario, pero decidió que para que no hubiera más lío, iría con mi madre, por lo que nos pasamos las tardes de julio mis hermanas y yo solas en casa (excepto los días que teníamos clase por la tarde). Mis padres iban de lunes a viernes de 16:00 a 20:00 y los findes de semana de 10:00 a 12:00. Los días que nosotras íbamos por la tarde, íbamos con mi padre a esperar a mi madre y ya entrábamos los cinco. Íbamos con profesores distintos, la nuestra se llamaba Sofía y era nativa, aunque hablaba genial español y el de mis padres Alberto y él no era nativo.

En mi caso al ser solo tres en clase era genial, porque el trato era personalizado, ya que no le va a poner los mismo ejercicios a Estela con seis años que a mí o a mi hermana mayor.

La academia era muy chula, la recepción era blanca y estaba llena de banderas de diferentes países y de mapas de todo el mundo (ya que no solo enseñaban italiano). Era enorme ya que enseñaban como seis idiomas y a cada idioma le correspondían 4 salas. Cada idioma se daba en su sala correspondiente, supongo que por el material. Las salas estaban pintadas y decoradas con los colores de la bandera del idioma correspondiente y estaban nombradas y numeradas, por ejemplo mis hermanas y yo íbamos a la sala "italiano 2" que estaba pintada del blanco con un montón de círculos verdes y rojos en la parte alta de la pared, las sillas también eran verde claro. Además estaba a menos de diez minutos andando de nuestra casa.

La parte de empaquetar todo, fue la más difícil, derramaba lágrimas a litros cada vez que intentaba hacer una caja nueva. Era muy difícil aceptar que tenía que meter la vida que había construido durante 12 años en unas pocas cajas, para viajar a miles de kilómetros y empezar de cero. Fotos, regalos, libros, peluches, ropa...todo tenía que entrar en unas pocas cajas, solo de pensar en que a lo mejor tenia que deshacerme de cosas, provocaba un llanto más intensificado.

En la parte de la ropa me ayudo mi madre, me probé el armario entero, tanto de verano, como de invierno, para ver lo que ya no me valía o no me gustaba. Lo que retiramos lo donamos y lo vendimos.

Fue difícil pero a finales de julio ya tenia todo lo prescindible, todas las cosas que sabía que no iba a usar en el mes que me quedaba, en cajas. Me moría de pena y empezaba a llorar cada vez que entraba en mi habitación y veía todos los muebles vacíos y montones de cajas apiladas. Los muebles que fuéramos a llevarnos, vendría una empresa de mudanzas un poco antes de irnos para que cuando llegáramos ya pudiéramos instalarnos sin ningún problema.

La verdad es que fue un verano bastante estresante, por el tema de los horarios, las cajas y el resto de preparativos para la mudanza y muy diferente a como me lo había imaginado. Aunque a pesar de las clases y todos los preparativos, tuve tiempo para ver a mis amigos como habíamos prometido.

Lloré mucho ese verano, al hacer las cajas, con la mudanza y las despedidas. Fue muy difícil pero fue solo era el principio de todo lo que me quedaba en Italia, porque al estar ya allí, todo se siente mucho más real y me di cuenta de lo que realmente estaba pasando.

Fuerza internaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora