8- El comienzo

7 0 0
                                    

Después de que mi madre se fuera, me negué a salir de mi habitación; no contesté a ningún mensaje, ni ninguna llamada, me aislé por completo. Me había costado comprender que eran mis últimos meses en mi hogar y ahora tendría que comprender que debía pasar esos últimos meses sin mi madre. Haríamos videollamadas y hablaríamos pero no estaría a mi lado para darle un abrazo cuando lo necesitara y eso me rompía.

3 días después de que mi madre se fuera mi padre y Luna decidieron que no podía seguir así, Estela comenzaba a preocuparse por mí y decidieron que tenían que hacer algo, pero no sabían el que. Lo habían intentado todo; convencerme de dar un paseo, ver mi peli favorita, hacer mi comida favorita, intentar hablar conmigo, pero yo me encerré en mí misma y me negué a todo.

Al día siguiente mis amigas decidieron contactar con mi hermana mayor por qué no entendían porque había dejado de responder y querían saber si estaba bien. Y entonces en ese momento mi padre y Luna tuvieron una idea.

Esa misma tarde mientras yo estaba tumbada en mi cama con los cascos puestos, escuchando una música no muy alegre, que había descubierto hace apenas unos días, llamaron a mi puerta, pensé que sería mi padre o mi hermana otra vez y no contesté sin embargo la puerta se abrió y entraron mis amigas no entendía muy bien qué hacían ahí aunque imaginé con quién habían hablado.

Todavía no sé ni cómo pero entre todos me convencieron para que saliera a dar una vuelta con mis amigas, no me entusiasmó mucho la idea, pero accedí. No me arreglé demasiado como solía hacer, ya que no me sentía con fuerzas. Me puse unos vaqueros negros cortos, un poco rotos en la parte de abajo y una camiseta un poco ancha, me recogí el pelo en un moño alto, me puse unas zapatillas y salimos a la calle.

Me contaron que al ver que no respondía a los mensajes se preocuparon y decidieron hablar con mi hermana para preguntarle qué había pasado. Fue en ese momento cuando Luna les contó que mi madre había tenido que irse antes de lo previsto, ellas no entendían por qué yo no les había dicho nada, pero me dijeron que cuando ese día entraron en mi habitación y me vieron tirada en la cama comprendieron por qué me había aislado. Y mientras nos dábamos un abrazo me hicieron prometer que si las necesitaba las llamaría.

En realidad no estuvo tan mal e hizo que me olvidara por un rato de mi realidad, incluso me animé a comer algo.

Me acompañaron hasta casa y me despedí de ellas con una sonrisa. Cuando entré en casa y me preguntaron qué tal, les respondí que bien porque en ese momento era verdad, habían conseguido que me olvidará de que mi madre estaba a varios kilómetros de mi. Sin embargo cuando volví a mi habitación poco a poco ese vacío fue volviendo a mí. Y aunque yo no era muy consciente en ese momento , pronto me daría cuenta de que esa sensación se apoderaría de mí.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Feb 03 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Fuerza internaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora