"estoy pensando demasiado en tus ojos,
y aunque no me miran,
sé que a veces si,
porque yo siempre pienso en ti"— No tienes ni un solo buen argumento para asegurarme de que esto es una buena idea — le dijo Juanjo en un susurro, sus respiraciones entremezclándose
— Sabes que tú quieres esto tanto como yo — susurró Martin de vuelta
— No te tomaba por esta clase de persona Martin — le sonrió el maño, acercando su mano a su pelo para quitar una pequeña pelusa que se había posado en el pelo del vasco
— Hay muchas cosas que tienes que descubrir de mí aún Juanji — susurró Martin divertido, intentando camuflar los repentinos nervios que habían surgido debido a aquel suave roce de los dedos del mayor por su pelo.
Juanjo rodó los ojos ante el apodo que había usado el más pequeño. Desde que se conocieron el 23 de septiembre, aquel jueves un tanto caluroso para su gusto, lleno de ansiedad debido a la primera semana de clase, ambos chicos crearon una extraña relación entre ellos. Dos semanas después allí se encontraban, en una situación un tanto comprometida.
Martin le había asegurado de que nadie iba a enterarse, de que tenía que confiar en él, que definitivamente era una buena idea. Juanjo sin embargo no lo tenía tan claro. Aún así eso no fue impedimento alguno para que le siguiera de cabeza ante aquella locura que estaban a punto de hacer. Y es que no sabía cómo, pero el menor podría a ser bastante embriagador hasta el punto en volverle loco y llevarle a hacer aquello que nunca se planteó.
— Martin como nos pillen estas muerto que lo sepas — susurró Juanjo al ver como el menor empezaba a moverse
— ¿Me matarás tú con tus propias manos? — soltó divertido el más pequeño, sin posar la vista en el, concentrado en su tarea. Otra cosa que a Juanjo le estaba poniendo de los nervios, la diversión con la que se estaba tomando todo aquello. Juanjo siempre se consideró una persona divertida, había tomado riesgos en su vida, había hecho locuras, había hecho cosas que si sus padres se enterasen le desheredarían con solo firmar un par de papeles. Tampoco es que fuera un santo. Aún así la actitud aventurera de su compañero de clase a veces le sorprendía y le hacía subirse por las paredes. ¿Cómo de loco tenía que estar el menor para pensar aquellas cosas?
Disculpemos a Juanjo, aún tiene muchas cosas que conocer del vasco, ambos lo saben. Pero también hay que tener en cuenta que aunque Juanjo no lo mostrase con absolutamente nadie, era una persona bastante insegura, y que aunque no lo aparentase le costaba mucho confiar en la gente.
— Te arrancaría los órganos como nos pillasen — dijo intentando que los nervios no les delatasen
— Ummm — Martin le miró con una gran sonrisa — Preferiría que me arrancaras otra cosa del cuerpo, pero ya como tú veas.
Y como si eso no hubiese sido suficiente para que las mejillas de Juanjo se tiñesen de rojo, el guiño que el pequeño le dedicó justo antes de volver a llevar su atención a aquello que estaban haciendo definitivamente hizo que sus pómulos se tornaran de color escarlata.
Otra de las cosas de las que Juanjo pudo apreciar en estas dos semanas conociendo a Martin, era un absoluto sinvergüenza. Las mejillas del mayor se habían tornado rojas más veces de las que podía admitir compartiendo solo un par de horas al día con el pequeño. Los comentarios desvergonzados de Martin hacia el le hacían sentir corrientes eléctricas por todo su cuerpo. Y es que muy en sus adentros le gustaría que aquellos intentos que tenía el pequeño de ligar con el fuesen de verdad, y no una simple rutina en la amistad que estaban creando.
Y no lo entendía, Juanjo no entendía sus repentinos nervios ante la actitud del pequeño. Es decir, no es que ninguno de sus amigos supiesen que Juanjo contaba con una larga lista de personas a las que se había llevado a la cama. Disfrutaba de ello y no se avergonzaba en lo más mínimo. Y es que cuando rompió con su ex novia hace dos años y medio, decidió que le apetecía disfrutar un poco más de la vida y de estar soltero.
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sparks fly - juantin
Roman d'amourMartin nunca pensó qué que su mejor amigo le dejase solo ese día en clase fuese a cambiarle la vida de esa manera tan radical. Juanjo jamás pensó que aquel chico simpatico de clase de producción musical fuese a revolucionar su vida por completo. Y...