-- "You're the Devil in Disguise"
En donde Casey regresa al lugar en donde todo inició
o
En donde Casey debe de proteger a su pequeño corazón, del mal que acecha Hawkins.
↯ Stranger Things fa...
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Cantidad de palabras: 1245
Advertencias:Nervios. Pensamientos agresivos. Uso de poderes.
Comentarios míos: Llegaron los problemas para Casey y sus amigos 😔 Disfruten, comenten y voten 😘
8 de noviembre, 1983
Hawkins, Indiana
Cuando Amy llego a casa ellos se encontraban en la cocina bebiendo unas tazas de té o, en el caso de Jack y Casey, café. Habían galletas para comer y algunos pasteles que encontraron en el refrigerador. Un juego de cartas estaba en el medio, mientras cada uno tenía un pequeño mazo de cartas.
— ¿Hay espacio para una más? —Pregunto la mujer mayor, entrando en el lugar con una sonrisa alegre.
Los tres jóvenes adultos y el menor la saludaron entusiasmados por su regreso. Más que nada, era porque la casa se sentía fría sin la presencia de sus dueños y ellos como unos ladrones. Hazel quería leer algo después de ver los diversos libros que Amy tenía en unas estanterías, pero no sacaba los libros por miedo a que ella le dijera algo. Jack quería hacer uso de sus habilidades como cocinero, pero no quería usar las cosas sin pedir permiso. Charlie quería ver televisión pero prefería sentarse en los sillones a observar por la ventana aunque se aburriera. Y Casey...
Bueno, ella se perdía en los recuerdos del pasado. Torturando su mente una y otra vez.
— ¿Y Steve? Escuche que llegaría contigo hoy —menciono Casey, después de entregar una taza con café a la mujer—. Ven, apenas estamos comenzando la segunda ronda.
Amy se sentó frente a Hazel. Reviso sus cartas y sonrió.
—Steve quiso hacer una fiesta, hoy martes en casa. Como me negué, aprovecho que su padre no está en casa para hacerla en esa. Es más grande y puede hacer lo que quiera —respondió, sacando una carta para ponerla en su mazo.
Ella se inquietó, preocupando a Casey. Algo malo estaba por ocurrir. Algo que podría causar dolor y que más personas se involucraran.
Él está en camino... Y a nadie le va a gustar lo que haga.
Lo que resto del juego, Casey no pudo jugar bien. Apenas podía tomar concentración, enfocarse en el juego mismo. Era imposible teniendo aquella incomoda molestia que pinchaba los músculos de su espalda, la parte trasera de su cuello. Estaba inquieta, removiendo su cuerpo en la silla donde se encontraba. Jack la observaba de vez en cuando, se fijaba en sus movimientos, en sus muecas disconformes, en sus ojos desconcentrados.
