CABE UNA MÁS [ROOM FOR ONE MORE 1/3]

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Durante el último año y medio, Stanley ha estado trabajando como guardia nocturno en una instalación subterránea aislada después de que el guardia de seguridad anterior muriera de un ataque cardíaco masivo. Su trabajo consiste en sentarse en la oficina de seguridad, vigilar las salidas del edificio en los monitores y asegurarse de que nada se escape. Stanley siempre esperaba con ansias el tiempo que pasaría con su novia Amber una vez que terminara el trabajo. Sin embargo, hace dos semanas, Amber rompió con Stanley porque consideraba que la relación estaba estancada. Desde entonces, Stanley ha sido completamente miserable, especialmente después de enterarse de que Amber ahora está saliendo con el gerente de Snack Space.


Stanley suele pasar la mitad de su turno durmiendo en la oficina. Una noche, sin embargo, se despierta con el sonido de una alarma que le avisa de la activación de un sensor de movimiento en un respiradero de la oficina de seguridad. Stanley investiga pero no encuentra nada, por lo que vuelve a dormir. Dos horas más tarde, se despierta y ve una extraña muñeca bailarina en su escritorio. Stanley juega un poco con la muñeca y esta le habla, pidiéndole que lo lleve a casa. Lo considera mientras vuelve a su siesta. Stanley tiene una pesadilla en la que está en un restaurante italiano mientras Amber y el gerente de Snack Space tienen una cita. Intenta apartar la mirada, pero ve el ataúd de su padre, por lo que mira su comida solo para descubrir que se ha convertido en gusanos cantando una versión de "The Hearse Song".


Stanley se despierta y la Minireena ya no está en su escritorio. Se va y se dirige al City Diner, ocupando su lugar habitual. Al recordar un comentario que hizo la muñeca sobre que Stanley era blando, decide tratar de comer más sano, pero descubre que tiene dolor de garganta. Compra unas pastillas para el dolor de garganta para aliviar el dolor cada vez mayor y, en casa, va a tomar una ducha caliente y descubre que tiene el brazo izquierdo hinchado. Stanley intenta varias veces luchar contra su enfermedad antes de tener que volver al trabajo. Esta vez, de repente se despierta sintiéndose observado y ve a la muñeca en su escritorio nuevamente. Stanley cree que habla cada vez que la inclina, y cada vez que lo hace, pide que lo lleven a casa. Al principio duda, pero luego promete llevársela a casa si se queda en su escritorio cuando termine su siesta.

Five Nights at Freddy's  ESCALOFRÍOS DE FAZBEAR #3: 1:35 A.M.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora