Capítulo 10 - Molto bella

10 2 0
                                    

Ya es viernes y la semana se ha pasado tan rápido que no me ha dado tiempo de pensar en Maximiliano, tampoco es que lo haya visto, y no sé si es porque he estado tan ocupada de los preparativos de la temporada alta o es que él está igual de ocupado por haber comenzado el rodaje de la película.

Otro tema ha sido el accidente de Valentina Sommer, había pasado una semana sin saber porque todo se ha mantenido en privado, no hay noticia o medios informando el hecho. Si no fuese porque Isa llegó de su viaje y para visitar a Dilan supo que estaba viviendo en el hospital, tampoco yo estuviese al tanto de la noticia.

—Señorita Storm —Miro a la chica—, ya puede pasar.

Me levanto del asiento tomando a la mano mi bolso, cuando estoy por abrir la puerta, esta se abre de golpe, retrocedo dejándome ver a una chica rubia, alta y delgada, con un vestido rojo ceñido al cuerpo. Me mira, se coloca sus lentes y sale agitando su cabello.

Entro a la oficina y cierro la puerta.

—¿Para qué me llamaste? —pregunto fastidiada—, ¿no te dije que me pagaras el dinero por transferencia?

—Elisa al menos siéntate

—No Damián, habla rápido que deseo irme —respondo enojada—, ¿crees que tengo tiempo para ti?

—Está bien, haz lo que quieras —dice sentándose en su silla para después pasar por su mano el contrato.

—¡Maldita sea! —exclamo—, no me vengas a salir con que no tienes dinero.

—Deja de ser tan desgraciada y escucha primero —habla fuerte y me le acerco dejando mi bolso en su escritorio con fuerza, casi tirándolo.

—Vuelves a decirme desgraciada y te corto las pelotas.

—Elisa, solo siéntate —dice y luego respira—, por favor.

Safo el agarre de mi cabello, soltándolo para masajear mientras respiro, y al final, me siento.

—Habla

—Tengo un problema con las legalizaciones de mi empresa porque estás como socia.

Bajo mi cabeza tocándome la frente y vuelvo a subirla, mirándolo —Mira Damián, no quiero tu dinero, solo estoy peleando porque me pagues por lo que invertí mientras éramos pareja, lo demás no me interesa.

—Ese es el problema, se supone que diste un aporte hace cuatro años

—¿Y?

—No está en el contrato

—¡Maldita sea Damián!

—¿Ya vas a comenzar Elisa?

—Si porque tuviste todo un mes para arreglar el puto contrato y ¿ahora me sales con esto?

—Elisa solo es arreglar el contrato

—Me vale Damián, paga el dinero de ese contrato y luego haces otro contrato.

Asiente y marca el teléfono frente a él —Imprime el contrato —dice y cuelga

¿Cómo es que me aguante semejante actitud?

Hace algo con su celular, a lo que siento vibrar mi celular, lo saco y verifico que me pagó la totalidad del primer contrato.

—Listo, ya te pagué todo, ahora dame un mes y te cancelo el aporte que hiciste.

—Bueno

Después de revisar el contrato, firmarlo y especificarle que no me vuelva a solicitar en su oficina; salgo del edificio hasta el hotel. Al llegar soy interceptada por Chris el jefe de seguridad, lo cual se me hace extraño.

Provocación en la Perla IVDonde viven las historias. Descúbrelo ahora