Capítulo 15 - Caja misteriosa

9 1 0
                                    

En el transcurso del día llega José a mi oficina, se sienta en silencio mientras termino algunas cosas en mi computadora.

—¿Leíste el comunicado de la agencia? —pregunta tratando de hacer conversación

—Si vas a preguntar algo, hazlo ya

—¿Qué son? ¿Por qué no me dijiste que coqueteabas con él? ¿todo este tiempo que ha llegado o hablado en privado contigo ha sido porque tienen algo? ¿ese día del concierto y la fiesta privada estaban juntos como pareja? ¿quieres continuar con alguien que en unas semanas se irá de la ciudad a no sabes dónde?

—No sé como explicarte la verdad de nuestra situación pasada, he estado confundida hace dos meses de lo que sentía por él y si estaba dispuesta tal vez de que me vuelvan a romper el corazón tan temprano —respondo, no dice nada así que prosigo—, ahora tengo claro lo que siento por él y quiero darme una oportunidad de amar a pesar que los contras sean muchos, de eso se trata la vida.

—El comunicado dice

—Si, lo sé, será una relación a escondida de todos, solo creí que estabas aquí como mi mejor amigo, que puedo confiar en que nadie más lo sabrá.

—Elisa...

—Lo siento, si tendré que ponerte en otro momento de llorar con el corazón roto, pero no será hoy, tal vez mañana, en una semana, en un mes, ¿quién sabe? Pero no me interesa José, siempre he sido una cobarde, no quiero serlo hoy —Él asiente, me da un abrazo diciéndome que siempre está conmigo y para mí, luego de saber que estoy bien, se retira.

Unas horas después me encuentro en mi apartaestudio con Tobby en mi regazo mientras me dedico a terminar las correcciones a mi tesis de grado cuando suena la puerta, mi perro ladra saliendo disparado a la puerta.

—Calma amigo —digo, lo veo mover su colita de emoción; reviso la pantalla que me da imagen de afuera y lo veo, saludando a la cámara; de inmediato abro la puerta—. Hola

—Una gran amiga mía me informó que aquí vivías —Abro los ojos creyendo que se lo ha preguntado a Ana—. No es quien crees, es mi amiga Katy, ¿puedo pasar? —Lo dejo pasar, recibe en brazos a Tobby mientras mira como inspeccionando el apartaestudio—. Si que es pequeño.

—¿hablas con mi madre? —pregunto extrañada, la única Katy que conozco es mi madre.

—No la regañes, me dijo que no te dijera, pero por tu cara pensé que ibas a creer que era Ana.

—Si, bueno, creí que era Ana, pero el saber que es mi madre me parece extraño que sean amigos, te conozco poco para que tú... —Mis palabras quedan en el aire cuando me roba un beso, Tobby ladra en brazos de Max, removiéndose.

—¿Qué hacías? —dice al separarse y sentarse en mi cama, Tobby se acuesta también y yo lo miro extrañada por su nivel de confianza—... ¿qué? —pregunta inocentemente—, somos pareja.

—Estoy tratando de terminar la tesis de la maestría para ver si logro graduarme

—Interesante —Mira a todos lados—... ¿sigue sin gustarte las decoraciones?

—Max, la vez pasada me dijiste que me conocías hace 5 años, pero no te recuerdo, ¿Cuándo fue eso? —Max me toma de la cintura acercándome a él, toma mis manos colocándolas en sus hombros, bésame, susurra lentamente, sonrío y me inclino a él, me sienta en su regazo mientras sus caricias se hacen constantes por toda mi espalda.

Al día siguiente despierto con el olor de huevos revueltos cocinándose, de inmediato recuerdo el quedarnos dormidos luego de hablar un poco de sus conversaciones con mi madre, el contarme que en estos dos meses se asegurara que estaba bien y el saber que iba a regresar al hotel el día que nos vimos, supo que quería verme por ultima vez para dejarme tranquila.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Aug 09 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Provocación en la Perla IVDonde viven las historias. Descúbrelo ahora