Capítulo 5 - D'Alessandro

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El sábado fue emotivo. El estar con mis padres, especialmente estar con mi madre se sintió como si aquella burbuja que me mantenía segura, se hubiese roto, logrando llorar y gritar mientras que los brazos de ella era mi refugio. Cuando mi padre recibió la noticia de que había roto el compromiso con Damián, lo acepto sin juzgar, sin comentarios... tan compresivo y amoroso como es él.

El domingo ya fue otra historia, me levanté tan viva de haber sacado tanto que llevaba acumulando y pude tener un almuerzo junto a las personas que amo, entre esas la visita de mi querido hermano con su esposa. Ya en la noche nos despedimos para viajar en el carro de José, dejando a mi Tobby al cuidado de mis padres.

Lunes, llego al hotel y lo primero que tengo en la lista es la reunión con Ana para que me comente como le fue en el evento de Halloween; es la primera vez que no estoy al tanto del evento por mí misma, gracias a que José terminó de organizar todo y al final dejó a cargo a Ana. Tras tener una charla con ella y ver el informe del evento, decido hacer mi recorrido por el hotel. Una hora después subo al ascensor tropezándome con un huésped del hotel acompañado de una de las recepcionistas.

—Señorita Storm —Me saluda algo nerviosa

—Buenos días —saludo a ambos, entramos al ascensor y marco mi piso mientras veo como ella se remueve inquieta en su sitio—. Eva —Capto su atención cuando me mira a los ojos—, ¿A quién dejaste en el puesto de recepción? —pregunto

—Eh... lo que pasa es que el señor D'Alessandro deseaba ver la suite —responde nerviosa, frunzo el ceño porque eso le toca a los botones, dirijo mi mirada al hombre alto a su lado y sonrío porque no quiero que se dé cuenta de cuanto quiero matar a la chica que no sigue el reglamento del hotel.

—Bien —pronuncio, el ascensor se detiene en mi piso y antes de bajar detengo las puertas con una hipócrita y hermosa sonrisa—. Eva cuando te desocupes me haces el gran favor de buscar a por mí —digo y ella asiente aun nerviosa, miro nuevamente al hombre alto—, es un gusto señor D'Alessandro y espero que le guste las instalaciones del hotel Ta'o —Sonrío y él hace lo mismo; me separo de la puerta del ascensor viendo como cierran y respiro.

Llego a mi oficina y Ana ya tiene el formato de los contactos de la película, veo el número de la productora de la película y decido marcarle, pero me detengo, al ver en el formato el nombre de la compañía de Dilan; por lo tanto, decido marcarle a él.

—Mira Eli, creo que puedo conseguirte una cita con la productora, pero no es seguro ya que la tipa es rusa y demandante con los itinerarios.

Es de tarde y estoy esperando que llegue la productora, gracias a la cita que programó para mí Paola, la secretaria de Dilan.

Llega la rusa e inmediatamente me coloco de pie

—Good afternoon —saluda y repito lo dicho, se sienta y abre el menú; pasa un rato, llama al mesero y ambas hacemos nuestro pedido. Llevo una hora comiendo y viendo comer a la rusa, tan paciente como puedo ser, espero a que ella pronuncie algo acerca del contrato de hospedaje. Al terminar pide al mesero que recoja todo y tras salir, abre su portafolio sacando un folder.

—Mrs. Storm, I have come to sign a special contract with your hotel. I understand that your prices are expensive, and I hope you know this for our contract —Asiento para entregarle mi formulario de precios especiales.

Ella los revisa uno por uno para luego guardarlo en su portafolio.

—Here is the contract, read it well and call me tomorrow latest 12 p.m.

—Sure —Asiento y estira su mano

—A pleasure —Lo acepto

—Me too —respondo, se va y al salir pago con la tarjeta corporativa.

Provocación en la Perla IVDonde viven las historias. Descúbrelo ahora