Tendrán que detener el mundo para dejar de sentir. Hinata y kageyama superan la historia de un amor que tuvo que parar hace años. Pero,¿Lo harán juntos o viviendo el duelo cada quien por su cuenta?
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Esta historia es re...
La tensión empezó a crecer en la cancha. No solo los jugadores competían contra su mayor escuela rival, pero también Shoyo y Kageyama estaban en el mismo lugar.
Hinata estaba terminándose de secar el pelo para salir, su esposo lo miraba desde el marco de la puerta, listo ya para irse a su trabajo.
-¿Te vas a quedar ahí?- Preguntó Shoyo burlón.
-¿Qué acaso no puedo verte?- Se acercó a la mejilla de su marido para dejarle un beso.-¿Haz podido dormir bien esta semana?
Hinata lo miró un poco confundido, hasta que Atsumu empezó a hablar y entendió a qué se refería.
-El domingo te despertaste en la madrugada casi llorando-.
-...No es nada, mi amor. Las finales me tienen preocupado eso es todo-.
Mintió. Él sabía que esa excusa era para evitar malentendidos, ¿Pero por qué lo dijo?
Necesitaba hablar de esto con sus amigos, aquellos recuerdos de juventud invadían su ser con nostalgia lo cual era muy raro, Shoyo había superado completamente a su primer novio, ¿por qué pensaba en él otra vez?
Fuera como fuera, Miya había llevado a su esposo a la cafetería donde se vería con su mejor amigo, le quedaba de paso y le encantaba hacer cosas por él.
Hinata se despidió con un beso y se bajó para del auto para encontrarse con Kenma.
-¡Kenma!-Saludó feliz el pelinaranja-.
-Hola Shoyo.-Habló feliz el rubio-.
Estuvieron hablando por un rato , hacia varios meses que se habían dejado de ver pues ambos habían salido del país. Hinata deseaba contarle acerca de su ultimo problema que abarcaba sus pensamientos, pero no quiso hacerlo ahí, no sabía que iba a pensar Kenma.
-Oye, por cierto, el viernes se hará un partido de practica entre el Nekoma y el Karasuno. Deberías venir conmigo, Yamaguchi quiere que les demos consejos y palabras de apoyo a los nuevos jugadores.-
-¿Viernes? Mhm...sí, esta bien, ahí nos veremos.-
Y la mañana transcurrió con normalidad, para la hora de la comida tuvieron que despedirse pues Shoyo tenía una conferencia de prensa más tarde. Él jugaba para el equipo nacional de Japón, todos los periodistas y fans querían oírlo hablar antes de irse a la olimpiadas 2024 que empezaban en 3 meses.
-Llevaremos a Japón a la victoria una vez más, confíen en nosotros.-
La actitud de Hinata era radiante cuando hablaba de lo que le gustaba. Cuando acabo la conferencia se fue a su casa, ya un poco de noche, abrió la puerta y le llegó el olor a una rica cena, su esposo había cocinado su platillo favorito.
-¡Wow! ¿Que huele tan bien?-Se acercó a la cocina y observo a Atsumu (aún en traje por el trabajo) sirviendo 2 platos con comida en la mesa-.
-Hoy no queme nada...bueno, creo.-Habló Miya dandole un beso de recibimiento a su esposo-.
Ambos se sentaron a cenar, hablaron de sus días y se dijeron lo que les preocupaba respecto a su próximo viaje pues Atsumu no podría acompañar a su marido por todo el viaje. Conversaron de muchos más temas y Hinata se fue a la cama emocionado por ver quienes son los nuevos jugadores de su amada ex escuela.
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El día llegó y Shoyo estaba en el coche con Yachi y Kenma pues se ofreció a llevarlos. Ya cerca, sus amigos empezaron a hablar acerca de las finales, las muy esperadas olimpiadas entre otras cosas, pero sobre todo Yachi dijo algo que dejó pensando a el bajito.
"El nuevo entrenador es bueno, yo se que lo conocen Jajajaja".
Y pasó, Hinata estaba explicando a los alumnos del Karasuno acerca de la última vez que jugó contra el nekoma con el entusiasmo de siempre mientras Kenma agregaba detalles a su historia. Todo fue un buen momento hasta que, como si fuera obra del destino, Shoyo volteo a mirar la puerta para encontrarse con su ex compañero, ex novio, ex mejor amigo, ex todo. Sintió como el corazón se paró por un milisegundo al hacer contacto visual. Shoyo aprovecho que los jugadores estaban concentrados en la platica de Kenma y pudo acercarse a Kageyama, que estaba inmóvil en la puerta.
-Ey...Hola.- Hablo Hinata, jugando nervioso con su oreja y tratando de sostener la mirada a su contrario que sonrió por un momento.
-Hinata, Hola.- Se quedaron sin palabras por unos segundos-.
-Así que, ¿Eres el entrenador del Nekoma?-Pregunto curioso Hinata-.
-Ah..sí, tienen talento estos chicos.-
-¿Sí?...Bueno ya es casi la hora, mejor yo...-Se dio la vuelta lentamente y antes de irse a las gradas a observar el partido le dijo:
"Si no tienes nada que hacer después, vayamos a caminar."
Y por un segundo , volvieron a tener 16 años.
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