Good Luck, Babe!

Ballroom Extravaganza

La víspera de las olimpiadas del 2024 habían empezado justo a tiempo. Hinata viajo junto al equipo japonés nacional de volleybol a París, Francia. Su esposo, Atsumu, también viajaba con él. Habían llegado 3 días antes de que empezara el primer partido que tenían y ese sentimiento de adrenalina corría por el aire.

Este viaje era el 20° que hacían como pareja desde que empezaron a andar. Cuando empezaron a salir ambos tenían 21 años, Hinata disfrutaba la compañía de Miya en las noches de insomnio, por mensaje de texto cuando las practicas se alargaban, en su nuevo apartamento en Tokyo...Disfrutaba de su compañía todo el tiempo. Disfrutaba de él a cada hora.

Fue al poco tiempo de haber terminados su relación con Kageyama que empezó a convivir con más personas con las que antes poco hablaba. Fue Kenma quien lo ayudó a salir de su zona de confort para poder estar mejor tras un evento como lo fue la relación tan duradera que había tenido. Pero eso es una historia para después; Shoyo estaba muy relajado como para recordar el desenlace de esa relación que tanto lo había marcado años atrás. Ahora solo quería pasar tiempo con su esposo antes de jugar para representar a su país.

Kageyama, por otra parte, acababa de llegar a ese mismo lugar por su cuenta. Oikawa había acompañado a su mejor amigo a Francia. Siendo Tobio entrenador sustituto/parcial tenía que ir si o si. Recorrió la ciudad con toru en cuanto llegaron, estuvieron en esa ciudad por los siguientes días hasta que decidieron dirigirse a la villa olímpica.

—¡ Kageyama Sensei ! -Dijo bromeando kiro, un joven jugador de voleibol profesional al ver al pelinegro entrar al cuarto donde estaban entrenando los jugadores.

-Kiro, no me digas así. Me haces sentir viejo. -Habló riendo y después lo abrazó.-

Inconscientemente Tobio empezó a buscar con la mirada a Hinata. Sabía que estaba por ahí. Y en efecto, se encontraba recibiendo unos pases del colocador del equipo en la cancha de práctica. El entrenador oficial iba a llegar días después, por lo que Kageyama obligatoriamente se encontró en esa situación. Pero a final de cuentas, no había razón para no hablarle, ya habían conversado un buen rato unos días antes.

La última vez que lo vio en un partido o reunión de voleibol fue hace casi 4 años. No habían intercambiado palabra alguna en ese entonces, simplemente "hola" y "adiós". Jamás se guardaron rencor ni mucho menos, aunque sea por el lado de Shoyo no era así. Kageyama guardaba melancolía y un corazón infantil dentro de él.

Hinata encontró sus ojos en un descuido. Se vieron. Las cosas son curiosas.

¿Cómo es posible que los ojos digan tantas cosas? Que los ojos de Hinata ya no dijeran "Te amo", pero ahora "Te amé".