𝙼𝙰𝙻𝙰 𝙸𝙽𝙵𝙻𝚄𝙴𝙽𝙲𝙸𝙰 || 𝙼𝙰𝚇𝙻𝙴𝚈 ♡✰||

𝐂𝐀𝐏 𝟒.𝟎┆¿𝙰𝚖𝚒𝚐𝚘𝚜?

───────ೋღ 🌺 ღೋ────────

Pov narrador:

Eran las 6 de la mañana aproximadamente. Bradley, el cual estaba acostado en su cama aferrándose fuertemente a su conejo de peluche. Se encontraba en un estado deplorable; ojos hinchados e enrojecidos, cabello desordenado y sin lavar, labios resecos y sin brillo... Y por último, un rostro vacío, pero desbordante de tristeza.

—¿vas a seguir así? — escuchó una voz medio adormilada acompañada con un suspiro pesado.

Bradley ignoró completamente la pregunta.

—Brad, no puedes seguir así —protestó aquella voz.—te hace mal — agregó.

Sí, Bradley había caído bajo, pero estaba demasiado triste como para darse cuenta. Max lo había rechazado indirectamente al decirle que lo que pasó entre ellos solo había sido un accidente. Esos besos fueron solo un accidente... Y eso le dolía

Bradley no respondió. En lugar de eso, dio un suspiro tembloroso mientras se acurrucaba más cerca de su conejo de peluche, como si intentara encontrar algún consuelo en su suave abrazo.

Tank, su mejor amigo desde hacía años, se sentó en el borde de la cama con una expresión que mezclaba preocupación y frustración. A pesar de su tono serio y a menudo implacable, había un toque de vulnerabilidad en sus ojos que raramente mostraba. Observó a Bradley durante un momento, el silencio cargado de una carga emocional densa.

—Lo que pasó entre ustedes no fue un accidente...—dijo Tank finalmente, con la voz suavemente firme—. Las palabras de Max podrían haber sido una defensa, un intento de alejarse del dolor. Pero tú no puedes seguir hundiéndote en esta tristeza. No te lo mereces.

Bradley dejó escapar una risa sin humor, una que parecía arrastrar consigo toda la desesperanza acumulada.

—¿Y qué hago? —preguntó, su voz quebrada—. ¿Pretendo que todo está bien? Max me dijo que todo fue solo un error, que no significa nada. ¿Cómo se supone que me sienta?

Tank se pasó una mano por el cabello, tratando de encontrar las palabras adecuadas para consolar a su amigo. Sabía que cada palabra debía ser precisa, cada gesto medido. Los años de amistad le habían enseñado que a veces, lo que más se necesita es simplemente estar presente.

—No estoy diciendo que olvides a Max —dijo Tank finalmente, con un tono más suave—. Solo que, si sigues aferrándote a este dolor, no vas a poder ver las cosas claramente. Lo que pasó fue real, y tus sentimientos son válidos. Pero tu vida no se detiene aquí.

Bradley levantó la vista, encontrando en los ojos de Tank una chispa de determinación que no había notado antes. No era la típica actitud de consuelo con promesas vacías. Era una invitación a enfrentar su dolor, a enfrentarse a la realidad sin dejarse vencer por ella.

—Entonces, ¿qué hago? —preguntó, su voz aún temblorosa pero con un rastro de curiosidad.

Tank le sonrió con una mezcla de esperanza y determinación.

—Empieza por levantarte. Da un pequeño paso hacia adelante, por doloroso que sea. Y cuando estés listo, hablemos sobre cómo vamos a avanzar juntos. Porque no tienes que hacerlo solo.

Bradley asintió lentamente, sintiendo una pequeña chispa de alivio al escuchar aquellas palabras. No podía imaginar todavía el camino que se extendía frente a él, pero por primera vez en mucho tiempo, sentía que no estaba completamente solo en su dolor.

Tank se levantó, ofreciéndole una mano a Bradley, que la tomó con una mezcla de incertidumbre y gratitud. Mientras el sol comenzaba a iluminar la habitación, Tank y Bradley se prepararon para enfrentar el nuevo día, un paso a la vez.