Cap.6 👀

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Ambos entraron en el bosque y la batalla por la supervivencia comenzó. Dmitry y Leonid lucharon mano a mano, disparo tras disparo, cubriéndose las espaldas el uno al otro. Las sombras de los árboles y el eco de las balas llenaban el aire, creando un caos ensordecedor.

Después de que Leonid acabara con el último enemigo, el silencio se apoderó del bosque. Fue entonces cuando notó que Dmitry se tambaleaba, una mano presionando su abdomen. La preocupación lo invadió de inmediato, corriendo hacia él.

¡Dmitry! -exclamó Leonid, dejando caer su arma para sostenerlo.

Tranquilo, estoy bien -dijo Dmitry, mientras se apoyaba contra un árbol.

Leonid comenzó a examinar la herida, sus dedos se mancharon de sangre, pero, aliviado, notó que la bala no había afectado ningún órgano vital. Aun así, la pérdida de sangre era considerable y el dolor en el rostro de Dmitry era evidente.

No te preocupes, te pondrás bien -murmuró Leonid con firmeza, aunque la preocupación brillaba en sus ojos.

Con esfuerzo, cargó al moreno sobre su hombro . Avanzó con pasos decididos hacia la gasolinera cercana, cada paso impulsado por la determinación de mantenerlo a salvo.

2:35 a.m.

Leonid llegó a la gasolinera con Dmitry. Las luces de los faros iluminaban el lugar con poca luz, pero la estación estaba cerrada y todo estaba en silencio, excepto por una solitaria camioneta blanca estacionada cerca de las bombas de combustible.

El pelinaranja decidió llevarlo hacia la camioneta. Con cuidado, lo acomodó en el suelo, apoyándolo contra la puerta del vehículo mientras buscaba una forma de entrar. Leonid rompió la ventana de la camioneta blanca con el codo, sin perder tiempo. Abrió la puerta y ayudó a Dmitry a sentarse en el asiento del copiloto, asegurándose de que estuviera lo más cómodo posible. El sonido del motor al arrancar rompió el silencio de la noche, y pronto se alejaron de la gasolinera, dirigiéndose hacia un lugar seguro: la casa de Leonid.
Tranquilo, te llevaré a un lugar donde podremos atender esa herida -dijo Leonid, manteniendo los ojos en la carretera.

Mientras avanzaban, Dmitry miró a su alrededor, notando que la camioneta estaba llena de polvo y restos de papeles. Una revista arrugada en el suelo captó su atención. La recogió y sonrió al ver la portada: chicas en bikinis posando en la playa.

¿En serio, Leonid? -bromeó Dmitry, sosteniendo la revista para que su compañero la viera, mientras con su otra mano apretaba su abdomen.

Leonid echó un vistazo rápido y soltó una risa, el sonido relajando un poco la tensión que había estado colgando en el aire.

No es mía, lo juro. Pero si te hace sentir mejor, quédate con ella -respondió con una sonrisa.

Mientras Dmitry hojeaba la revista, se detuvo en una modelo rubia con ojos azules, y dejó escapar un suspiro apenas audible.

Siempre me han atraído las rubias -comentó, su voz sonando un poco más suave-. Con esos ojos azules que te hacen sentir como si te estuvieran mirando directamente al alma.

Leonid, sin apartar la vista de la carretera, notó el cambio en el tono de Dmitry y una leve sonrisa se dibujó en sus labios.

-¿Ah, sí? -preguntó-. Yo, en cambio, siempre he tenido debilidad por el cabello negro, y si tienen esos ojos verdes o marrones que te atrapan, aún mejor. Esos ojos verdes que parecen esconder un mundo entero detrás de ellos.

Dmitry asintió, como si estuviera imaginando a la chica que Leonid describía. Se parecía a él.

-Mmmm... ¿parece que me estuvieras describiendo? -preguntó el más alto de manera juguetona.

♡🌹ROSAS Y ARMAS🔫 ◇Donde viven las historias. Descúbrelo ahora