♡🌹ROSAS Y ARMAS🔫 ◇

Especial :Halloween 🎃

Eran altas horas de la noche cuando un timbre inusual despertó a Dmitry. Con los ojos entrecerrados, se levantó con cuidado de no hacer ruido, dejando a su esposo Leonid profundamente dormido. Se dirigió a la sala y contestó el teléfono al ver el nombre de Caesar.

—¿Dmitry? ¿Estás despierto? —preguntó Caesar, sin preámbulos.

—Sí… —bostezó Dmitry—. Caesar, sabes que adoro tus llamadas, pero… ¿por qué llamas a estas horas?

—Escucha, esto es serio. Necesito que investigues algo. Hay una transacción en juego que podría afectar a la organización.

—¿Qué? ¿De qué se trata? —Dmitry frunció el ceño.

—Un grupo rival está usando una fiesta de Halloween en Moscú como fachada para negociar con uno de nuestros contactos traidores. Venden información sobre nuestras rutas y puntos de suministro. Si eso llega a sus manos, perderemos ventaja. Necesito que vayas y descubras quiénes están detrás de todo esto... ¿entendido?

—Bien... yo me encargo —agregó Dmitry, sintiendo la presión de la situación.

Las horas comenzaron a pasar. Dmitry se encontraba en su oficina, usando sus habilidades de la KGB a través de su computadora, investigando la fiesta de Halloween, dónde se realizaría y quiénes podrían estar detrás de todo esto.
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El sonido de la puerta lo sacó de su concentración. Leonid apareció, sosteniendo una taza de café.

—Dmitry... ¿qué haces aquí tan temprano? —preguntó Leonid, acercándose al escritorio.

—Ah, solo estoy investigando algo... nada más —respondió Dmitry, intentando sonreír. Pero sus ojos delataban la tensión.

—¿Investigando algo o a alguien? Sabes que no te creo, ¿verdad? —dijo Leonid, cruzando los brazos con una mirada desafiante.

Dmitry soltó una pequeña risa nerviosa.

—No tienes de qué preocuparte, tengo todo bajo control.

Leonid dejó a un lado su café, se acercó y se sentó en las piernas de Dmitry, quedando cara a cara.

—¿Controlar qué? —preguntó Leonid, su tono juguetón desafiando la gravedad de la situación.

Dmitry se sorprendió, pero la cercanía de Leonid lo hizo olvidar sus preocupaciones. Sin pensarlo dos veces, Leonid lo besó.

El contacto de sus labios y el roce de sus lenguas eran lentos, pero llenos de deseo. Dmitry cerró los ojos, dejándose llevar por el momento, olvidando el mundo exterior.

—Mmm... esto es más agradable que investigar —murmuró Dmitry entre besos, su voz baja y cargada de emoción.

—Lo sé —respondió Leonid, sonriendo mientras se separaba un poco para mirarlo a los ojos—. Pero, ¿en serio vas a dejarme fuera de esto?

—No puedo poner en riesgo tu seguridad, Leonid, y menos ahora que estamos esperando un hijo —dijo Dmitry, intentando mantener la seriedad, mientras que con su mano frotaba la pancita de Leonid.

Leonid rodó los ojos en signo de fastidio.

—Tú y yo sabemos que no me quedaré quieto, y mucho menos tranquilo... sabiendo que el padre de mi hijo puede estar en peligro.

Después de horas de hablar de la situación y recordar los problemas que hubo en el pasado, Leonid terminó ganando.

Dmitry sonreía, sabiendo que no había forma de detener a su esposo.

—Está bien, pero necesitamos ser cuidadosos. Esta misión es más complicada de lo que parece.
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Pasaron tres días y llegó el 31 de octubre... Halloween.