Sara salió de la casa del hombre con una mezcla de confusión y determinación. Sus pasos resonaban en las calles vacías mientras regresaba al edificio donde vivía, o al menos donde solía vivir. El aire estaba impregnado de ese mismo silencio inquietante, y aunque intentaba mantenerse enfocada, una parte de ella no podía evitar sentirse desorientada.
Al llegar a la entrada del edificio, se detuvo por un momento, mirando hacia arriba, hacia las ventanas que alguna vez fueron las suyas. La sensación de familiaridad y extrañeza se mezclaba en su mente, creando un nudo en su estómago. Sabía que algo importante la esperaba en ese lugar, pero no podía decir qué era.
Subió los escalones de la entrada y empujó la puerta principal, que se abrió con un leve crujido. El vestíbulo estaba tan vacío y silencioso. Se encaminó hacia las escaleras, sus pasos resonando en el espacio vacío. Mientras subía, intentó concentrarse en lo que sentía, en las posibles señales que pudieran guiarla hacia la verdad.
De repente, un susurro muy leve rozó sus oídos. Sara se detuvo en seco, agudizando el oído. El susurro era casi imperceptible, una voz tenue que parecía provenir de algún lugar a su alrededor, pero no podía precisar de dónde. Se quedó quieta, esperando que la voz se repitiera o se volviera más clara, pero tras unos segundos, el susurro desapareció, como si nunca hubiera existido.
Con el corazón latiendo con fuerza, Sara esperó un momento más, pero el silencio volvió a reinar en las escaleras. Sin más opciones, continuó subiendo, aunque ahora con una sensación creciente de que estaba siendo observada.
Finalmente, llegó a su piso y se detuvo frente a la puerta de su apartamento. Sacó las llaves del bolsillo, las manos temblorosas mientras intentaba calmarse. Entró en el apartamento, y un escalofrío recorrió su cuerpo al ver todo en su lugar, como si nada hubiera cambiado, pero sintiendo que todo era diferente.
Sara comenzó a caminar por las habitaciones, abriendo cajones, revisando estantes, sin saber exactamente qué estaba buscando. La sensación de estar perdida en su propia vida se hacía más fuerte a cada minuto. Pasó por la sala, el dormitorio, y finalmente la cocina, pero no encontró nada que le diera alguna pista, nada que pareciera fuera de lugar.
Estaba a punto de darse por vencida cuando escuchó algo que la hizo congelarse. Un golpe suave, casi imperceptible, en la puerta principal. El sonido la dejó paralizada, y su corazón se aceleró de nuevo. ¿Quién podría estar ahí? ¿Y cómo era posible que alguien más estuviera en este lugar?
Sara se quedó inmóvil, con la mirada fija en la puerta. El golpe se repitió, esta vez un poco más fuerte, como si quien estuviera del otro lado supiera que ella estaba ahí y esperara pacientemente.
Finalmente, reuniendo el valor que le quedaba, se acercó a la puerta. Su mano temblaba mientras giraba el picaporte. Lentamente, con el corazón en la garganta, tiró de la puerta para abrirla y descubrir quién la esperaba al otro lado.
Sara abrió la puerta lentamente, su corazón latiendo con fuerza mientras se preparaba para lo que fuera que la esperara al otro lado. Cuando la puerta finalmente se abrió por completo, vio a una mujer mayor, con un rostro cálido y familiar, de pie en el umbral. La luz suave del pasillo iluminaba su cabello gris y su sonrisa llena de ternura.
Los ojos de Sara se llenaron de lágrimas al reconocerla, como si una barrera que había estado conteniendo todas sus emociones se rompiera de golpe.
—Sara, cariño —dijo la mujer, con voz suave y amorosa—. He venido a ayudarte.
Sara sintió cómo su garganta se cerraba y apenas pudo hablar mientras las lágrimas comenzaban a rodar por sus mejillas. Dio un paso hacia adelante, extendiendo la mano temblorosa hacia la mujer.
—¿Abuela...? —tartamudeó, su voz quebrada por la sorpresa y la emoción.
Y en ese instante, el mundo pareció detenerse.
CONTINUARA...
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El laberinto del alma
Mystery / ThrillerSara despierta en un mundo desconocido, rodeada de misterios y silencio. Emprende un viaje emocionante y misterioso para descubrir la verdad detrás de su situación. Entre susurros en la oscuridad y sombras del pasado, Sara se enfrentará a un laberin...