•°Destiny°•

Abrí los ojos, cuando el auto se detuvo con fuerza. Casi me voy de cara contra el asiento del frente, de no ser porque el noble me agarró para impedirlo.

Bajamos del auto y mi cabeza casi se me cae al intentar obseb

— La próxima vez, tenga más cuidado—. Le ordenó al conductor y este de disculpó mirándome de reojo, para asegurarse de que yo lo había oído.

Nos bajamos del auto y casi me caigo de cabeza tratando de ver toda la magnitud del edificio.

— Te va a entrar un insecto en la boca si no la cierras—. Dijo el noble mirándome de reojo. Hasta ese momento no me había dado cuenta de que tenía la boca abierta.

La estructura del edificio constaba de cuatro pisos y era blanca. Las ventanas llenaban la parte delantera, algunas con pequeños balcones de mármol y otras con un pequeño muro con adornos que parecían enredaderas. Las escaleras por las que iba subiendo también eran blancas y estaban tan pulidas que podía ver mi reflejo en ellas.

Al llegar a la cima, dos guardias nos abrieron las enormes puertas negras donde se encontraba tallado el símbolo de la familia real.

Pasé por en medio de los guardias que ni me miraron y me introduje en el lugar que se encontraba bañado de elegancia y poder. Las paredes tenían un tono tornasol claro, con cuadros de arte colgando de ellas. En el piso, una alfombra roja con los bordes dorados, y algunas figuras de mármol con los rostros de algunos nobles eran la principal atracción de ese pasillo.

Llegamos a un salón y al entrar me quedé paralizada al notar la presencia del príncipe Caleb y Dhrem. Ambos se encontraban muy centrados en su conversación, pero se detuvieron al sentirnos entrar.

El príncipe Caleb nos dedicó un asentimiento de cabeza como saludo, mientras que Dhrem solo nos miró unos segundos antes de regresar a la conversación con su hermano.

— Vamos—. Dijo Greyson antes de dirigirse hacia una puerta al otro lado de la habitación que nos guiaría a otro pasillo, posiblemente.

— Tu padre preparó la habitación doble para ambos—. Greyson se giró en su dirección ante la voz de su medio hermano.

— Está bien—. Respondió sin más y salió de la habitación. Yo lo seguí en silencio. Sabía que su relación no era la mejor, pero no pensé que fuera tan...fría.

Subimos por una escalera hacia el segundo piso y justo cuando doblamos en un pasillo, una empleada que vestía con el típico uniforme de criada venía saliendo de una de las habitaciones. Hizo una reverencia cuando el noble le pasó por el lado y luego me miró de reojo.

—Disculpe—. Habló casi en un murmullo. Greyson se giró hacia ella, esperando por el resto de sus palabras—¿Es ella su Cuore?— el noble asintió— Su habitación ya está preparada.

— Buen trabajo—. La felicitó el con voz neutral y luego siguió su camino hacia unas puertas dobles de color blancas.

Abrió las mismas y entramos a lo que parecía un pequeño pasillo con dos sillones-uno a cada lado-, y al frente otra puerta más pequeña. Al abrirla, dejó a la vista un espacio más grande, con un enorme ventanal que dejaba a la vista la enorme ciudad. En el centro de la habitación había una alfombra roja oscura en forma circular y en una esquina un enorme sofá negro con algunos cogines entre rojos y blancos.

Al entrar por completo me fijé a mi alrededor y noté un enorme espejo ovalado con el marco negro y un rosario en la parte superior e inferior. Frente al sofá, una chimenea se encontraba apagada y limpia. Miré hacia los lados y noté dos puertas en cada esquina de la misma. Según me dijo el noble, la de la derecha era la mía y la izquierda era la suya.

Oscura Salvación Donde viven las historias. Descúbrelo ahora