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•°Destiny°•

—¿Crees que Brenda sea la culpable?— pregunté y el noble negó, por tercera vez.

Luego de enseñarme el papel, el noble me hizo sentarme en la cama al ver mi reacción. Reacción que, por cierto, yo desconocía, pero que pareció ser suficiente para preocuparle.

Había estado pensando mucho, pero seguía sin entender— o al menos no quería entender—, quién era la verdadera culpable. Se me hacía difícil porque Brenda parecía una buena persona y también parecía respetar mucho a los nobles.

Cuando volví a subir la mirada, noté al noble unos metros frente a mí, esperando alguna respuesta de mi parte. Pero yo seguía en blanco. No sabía cómo responder a lo que estaba procesando.

¿Era Brenda la culpable de todo?¿Habría estado aliada con el culpable?

— ¿Por qué no hicieron nada?— pregunté—¿Esa carta no es suficiente evidencia?

—No—. Respondió.

Por supuesto que no. No habían pruebas de que la hubieran encontrado en el lugar de los hechos, por lo tanto no habían pruebas de que Brenda era la culpable.

—¿Qué van a hacer entonces?— pregunté — La vida de Kath está en juego.

—Garred no permitirá que la asesinen—. Respondió.

—Pero... la señorita Christie...

—Es su Cuore—. Respondió— Christie y todos deben respetar su desición.

—¿Entonces que harán?— pregunté— ¿Le impondrán un castigo?

— Veinte azotes—. Respondió y yo abrí los ojos impactada por el dígito— Es lo mejor que pudo conseguir. Christie exigía cincuenta, pero padre respetó la desición final de Garred.

— Igual es una suma excesiva—. Insistí enojada.

—¿Tú no harías lo mismo por tu amiga?— me preguntó de repente y yo subí la mirada.

— Sí—, respondí sin darme cuenta de mis palabras— si fuera por mi los hubiera matado a todos por haberse llevado a Tabatha lejos de mí—. Los ojos del noble se abrieron por la impresión de mis palabras.

Cerré la boca al darme cuenta de lo que había dicho. No podía creer que hubiera sido capaz de pronunciar esas palabras, pero él me lo había preguntado y yo le había respondido.

—Yo-yo...

— No te preocupes, entiendo la forma en que nos miras—. Respondió y se dio la vuelta— El vampiro que estaba con nosotros es un espía. Él intentara conseguir suficientes pruebas, pero aún no es seguro. Así que, por ahora, lo mejor es que regreses a tu habitación y finjas que esta conversación nunca existió.

— Entiendo—. Respondí con un asentamiento de cabeza.

El noble no dijo otra palabra, pero me acompañó hacia la salida de su habitación y luego decidió que sería mejor acompañarme hacia la mía. Yo no dije nada y solo esperé a que tomara un abrigo y se lo pusiera, pero me sorprendió ver qué el abrigo no era para él, sino para mí.

Olía delicioso.

Hasta ese momento me había olvidado en las condiciones que vestía. El camisón que traía mostraba más de la cuenta y yo había corrido por los pasillos sin notarlo. Si en algún momento me hubiera cruzado con un noble o un guardia, bien que me hubieran podido castigar como a Kath.

El noble me pasó el abrigo por los hombros, que por cierto, olía delicioso— no sé si ya lo había dicho— y luego lo abrochó, mientras yo me mantenía con los brazos a los dos lados del cuerpo, como una buena niña. Sus manos eran grandes y algunas venas se le marcaban de manera notable. No me di cuenta que lo estaba mirando de más, hasta que él profirió una tos improvisada y yo levanté la cabeza hasta sus hermosos ojos claros.

Oscura Salvación Donde viven las historias. Descúbrelo ahora