Juego de Alphas [YOONSEOK]

III

«"Cayendo en tentaciones absurdas"».

Hoseok nunca pensó que se vería atrapado entre las encandilaciones de otro Alfa. Es que decir que se «arrepiente»  sería algo tétrico ya que no lo hace, en absoluto. Y eso le asusta, es un alfa, su naturaleza es ser dominante y no ser dominado. Joder. Había tenido la polla de otro alfa dentro suyo. Rompiéndole.

Eso debería ser algo escalofriante y no satisfactorio.

Eso debería tenerlo lloriqueando en algún rincón de la casa, ¿Preguntándose que hay de malo en él? Porque un alfa de su casta no permitiría tremenda aberración. Un alfa de su clase jamás lo hubiera hecho, nunca. Pero Hoseok sabe que es diferente a todos los demás alfas.

Hoseok sabe que hace mal en desear de esa forma a Yoongi, el sabe, pero se hace el desentendido.

— ¿Y a tí que te pasa? Has estado raro todo el día — Kian pertenece a la casta de los Gammas, ha sido su mejor amigo desde que tenía 13 años, por ende es un libro abierto.

Hoseok deja escapar un suspiro pesado y se recuesta sobre el barandal de la terraza, admirando el inmenso azul del cielo.

— Nada. — «Pasa que me ha follado un alfa, ¿puedes creerlo? Qué loco verdad» — Solo estoy estresado.

Kian le miró ceñudo sin creerle ni una palabra.

— Hobi sabés que puedes confiar en mí. — el gamma aprieta la taza humeante entre sus manos, sin quitarle la vista de encima.

El alfa pelirrojo asiente.

— Entonces.... — intenta de nuevo.

— Nada ya te dije — Hoseok quería contarle todo, sobre Yoongi, el polvo que se habían pegado. Todo. Pero no podía por mucho que confiara en su amigo.

«Existen secretos que es mejor guardarlos en el fondo del baúl».

— Bien, si no quieres hablar de ello, está bien — Hoseok no había visto la taza de café humeante que el Gamma cargaba entre sus manos.

— Gracias — Respondió.

Las vistas desde arriba eran muy extraordinarias, Hoseok podía ver el cielo despejado y los edificios alzarse entre la ciudad, pronto las pocas nubes se teñirán de colores púrpuras y aquello se volvería mágicamente hermoso.

Kian se situó justo a su lado y admiró el bonito paisaje que le regalaba la pronta tarde. Le gustaba estar en los hoteles Jung's por esa razón, ver los atardeceres desde las máximas alturas.

Sentir el sosiego y la calidez del ambiente.

— Mañana será la inauguración del hotel... ¿Cómo te sientes? — Él Gamma le contempló de reojo. Hoseok se encogió de hombros.

— Supongo que está bien.

El silencio reinó entre ambos de nuevo, hubo una pequeña brisa que les golpeó el rostro pero después todo se volvió aún más silencioso.