Diego decidió que lo mejor sería que habláramos en otro lado, decidimos ir a su casa. Más que nada por qué noto el nerviosismo reflejado en mis expresiones. Subimos a su motocicleta y fuimos hasta allá. Se sentía maravilloso estar abrazada a su cuerpo cada que subía a su motocicleta, el olor de su colonia y la calidez que me daba estar cerca de él era algo simplemente hermoso.
Cuando llegamos el llevo su motocicleta a su lugar mientras que yo me senté en el sofá. Me sentía extremadamente nerviosa y el miedo me comía completamente, tenía planeado tener el apoyo moral de los chicos en un momento como este pero desgraciadamente la calva de J arruinó esos planes y ahora teníamos que hablar en su casa y a solas sin nadie a mi al rededor para ayudarme emocionalmente. Lleve mi mano a mi cuello y lo sobe con algo de fuerza debido al miedo dominante.
Apenas lo vi entrar comencé a mentalizarme para todos los futuros posibles de rechazo. Diego se sentó a mi lado y me miró con su naturalidad común. El estaba de lo más tranquilo mientras que yo me moría de solo ver sus ojos marrones sobre mi.
— Bueno ¿Y de qué necesitas hablar? — me preguntó despreocupado recostando se en el respaldar del sofá
— Es algo... Complicado, puede que no te guste lo que vaya a decirte pero para mí es importante que lo escuches.
— claro ¿Qué sucede?
Respire profundo y junte todo el valor que tenía en mi cuerpo para finalmente hablar, finalmente confesar.
— Diego... Yo... Yo te llegado a sentir... Un sentimiento... Un tanto extraño — titubee jugando un poco con mis dedos
— ¿Qué tipo de sentimiento? — me preguntó confundido
— Bueno, el sentimiento de... ¿Cómo lo digo? — suspiré hasta inflar mis mejillas de aire y al exhalar trate de tranquilizarme aunque mis piernas no dejaban de temblar — ¡Diego yo te...
Girando mi cabeza hacia él mis labios fueron interrumpidos por los suyos. Nos unimos en un profundo beso lento pero apasionado. Mis brazos fueron a su cuello y empuje un poco su cabeza hacia mi llevando mis manos a su sedoso y suave cabello negro y largo. Nuestros rostros se separaron con lentitud pero no fue por mucho tiempo, casi al instante volvimos a besarnos. Fue un momento mágico, se sentía tan bien y estaba tan feliz que hasta me costó creerme que lo que estaba sucediendo era real.
Claro que toda magia, viene con un precio. Y yo no sabia que amar tanto a un músico tendría un precio tan caro. Nada fue miel sobre hojuelas como yo creía. Con el tiempo el tercer álbum hizo que los chicos escalaran a un nivel de fama aún más grande. Las llamadas y mensajes fueron menos recurrentes, llegando a ser casi nulas. Por más que insistía siempre quedaba en lista de espera. Quería entenderlo, tenían agenda llena y más ocupaciones y estaba feliz porque les estaba llendo mucho mejor y se lo merecían, pero me sentía olvidada. Supongo que era algo que tarde o temprano tenía que suceder. Pero me dolía por la parte de que Diego era "mi pareja", se que ya era alguien más importante pero aún así no sentía que fuera correcto que la comunicación fuera tan poca. Supongo que es algo a lo que debo acostumbrarme y aún así yo estoy teniendo un comportamiento egoísta. Quizás fue culpa mía debido a que, en muchas ocasiones, no pude acompañarlo a firmas de autógrafos o entrevistas debido a mi trabajo pero no era siempre así, hacia lo que podía. Hasta donde yo sabía la relación no había terminado pero el único momento significativo fue aquel beso al confesarme y unas cuantas citas después de eso.
¿Fue culpa mía? No recuerdo haber hecho algo mal.
Una lluviosa noche me encontraba en mi habitación sentada sobre mi cama, las luces apagadas y un sentimiento dentro de mi que me hacía llorar. Otra vez estaba llamándolo esperando que el resultado fuera diferente al de los últimos 3 intentos. Afortunadamente así fue, la llamada entro y, por fin, escuché su voz.
— ¿Diego? — dije emocionada
— Hola ¿Sucede algo?
— Bueno, hemos estado muy distantes en estos meses y se que no es tu culpa. Debes estar lleno de trabajo pero aún así quería hablar contigo, tengo muchas ganas de verte.
— Entiendo... Para mí también es complicado.
— ¿Creés tener un día libre esta semana? Pensaba que podríamos ir a comer algo o quizás ir al cine.
— No lo creo, tengo los ensayos y estamos en medio de una colaboración.
— Ya veo... Bueno pero quizás...
Fue entonces cuando mis palabras fueron interrumpidas por el fuerte ruido de música a todo volumen. Lo cual me confundió, era bastante tarde y no parecía ser ruido de ellos si no de música reproducida.
— ¿Dónde estás? — pregunté
— En... — suspiró — es una pequeña fiesta a la cual nos invitaron pero no es la gran cosa. Tengo que colgar, te llamo luego y ya nos ponemos de acuerdo.
En ese momento me colgó y yo respire profundo, supongo que era bueno que se la estuviera pasando tan bien. Tenía derecho a divertirse. Sentía mis ojos pesados por el agotador día que había tenido y decidí dormir de una vez tirandome de espaldas a la cama.
Al día siguiente mientras trabajaba mi mente estaba perdida entre mis pensamientos, no dejaba de pensar en Diego y todo lo que estaba pasando. No sabía que hacer ni cómo actuar, si debía dejarlo pasar o hacer algo al respecto. No tenía ni idea de que estaba bien y que estaba mal.
Estos pensamientos fueron interrumpidos por Samantha quien tocó mi hombro y con su cabeza me señaló que la siguiera. Apenas me di cuenta de que ya era hora de comer y yo seguía trabajando. Aún desanimada le sonreí y la seguí hasta los comedores. Llegando allí nos sentamos en la primera mesa libre que vimos y comenzamos a charlar mientras comíamos.
— ¿En serio estás conforme con una relación así? Podrá ser lindo y todo pero ¿No crees que ya es demasiado la manera en como te está tratando y como está tratando su relación?
— No es para tanto, puedo manejarlo y es normal para el tipo de vida que lleva.
— Bueno, mientras no caiga en la maldición de los famosos — comento sacando su teléfono del bolsillo y comenzando a revisarlo
— ¿A qué te refieres? — pregunté confundida
— ¿En serio no sabes? Mira, no les suele pasar a todos pero hay muchas personas que cuando las conoces antes de una inmensa fama son lo más lindo del mundo pero apenas se les sube el pedestal y les crece una corona comienzan a sentirse con la libertad de comportarse como idiotas cambiando por completo.
— No creo que pase con ellos, son maravillosos.
— Pues, hay rumores de que el chico "Daniel" le fue infiel a su novia y con varias.
— No hay pruebas de eso. Son solo especulaciones, se los hacen a todos para llamar la atención aprovechándose de que son conocidos. Tonterías solo para ser leídos.
— ¿Esto también?
Samanta me mostró la pantalla de su teléfono y lo que vi me dejó completamente impactada, abrí mi boca de la sorpresa y mi corazón comenzó a romperse poco a poco.
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•| Prometimos Amarnos |• Diego Moguel y Tú ♡ cafeypanconazucar
FanfictionNo preguntes, solo otra historia más de T/N pero ahora con Diego Moguel guitarrista de la banda llamada Wiplash ~ disfruta