[[Shawn Hunter X Oc]] 💗
Fernanda encuentra más problemas. Sin embargo encuentra el sentido de la palabra casa y ella y sus amigos crean un montón de historias par contar.
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Me estaba preparando para la gran noche de la que me había hablado Alec, dijo que desde que nos conocimos nunca habíamos pasado un buen momento juntos. Me dijo que usara algo cómodo y fresco pero no tan revelador porque al lugar al que íbamos había muchos hombres sin modales.
Opté por un jean de mezclilla y un top de tirantes blanco básico. Como siempre y porque estaba algo fresco lleve la chaqueta de cuero que prefiero no recordar de quién era.
— ¿Ya te vas? — hablo mi abuelo desde el pequeño hueco que había en la puerta.
Dude un poco — En unos diez minutos tal vez, ¿Ya quieres que salga de aquí?
Rio entrando completamente en la habitación — Te traje algo que encontré en el garaje.
Anoche habíamos estado limpiando un poco. Ambos habíamos quedado exhaustos pero el dijo que podía dormir en lo que terminaba, por muy mal que se escuchara obviamente hice caso y caí rendida en el sillón.
Deje a un lado el peine y sonreí viéndolo, parecía algo triste pero emocionado a la vez.
— ¿Hasta que hora dormiste anoche?
Suspiró sentándose en la cama, con cuidado fue abriendo la bolsa de papel que tenía en sus manos.
— Mmm, ¿once? doce tal vez.
Abrí los ojos de golpe — Un poco tarde.
Asintió — Me dejé llevar un par de cosas — sacó una caja negra de cuero y me la extendió — Como está.
Me levanté de la silla y me acerqué, tomé la caja al ver su expresión pude notar que era algo importante, tenía los ojos levemente cristalizados pero también una sonrisa nostálgica.
Con cuidado abrí la caja.
— Oh.
Parpadee un par de veces incrédula, era una pulsera, pero no cualquier pulsera, una pulsera plateada con una pequeña F grabada, estaba rodeada de cristales, que simulaban ser diamantes o... ¿eran diamantes?
— Son reales.
Abrí los ojos de golpe — Carajo.
— Ey, lenguaje.
— Perdón — me disculpe — ¿Es para mi?
Suspiró — Era de tu madre, la usaba cuando tenía tu edad, nunca se la quitaba — se quedó callado por un par de segundos — Hasta que decidió irse con tu padre, me la regreso una noche y desde entonces no la había visto, quiero que la uses.
