Parte 2

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El auditorio estaba lleno, y la gente se impacientaba y se sentían ansiosos por ver a María Corina Machado. Las luces brillantes reflejaban el escenario dando una vista muy linda del lugar, las luces del escenario se atenuaron, y las voces de la multitud rápidamente se callaron al verla entrar. Con un traje de pantalones y un blazer elegante de color beige con una camisa blanca de cuello largo, su cabello se encontraba totalmente liso y la mitad de el detrás de su oreja izquierda, su presencia derrochaba seguridad y confianza. Ella se dirigió al podio del salón, observó detenidamente la habitación para luego dirigir su mirada al público presente, especialmente posó su mirada en aquella joven llegó rápidamente a su asiento con su bolígrafo y libreta en la mano, ésta no pudo evitar sonreír al verla como torpemente intentaba acomodar sus cosas en la mesa.

— Gracias a todas y a todos por venir hoy. Nuestro país está pasando por una situación crítica y no podemos quedarnos callados. — María comenzó a hablar y su voz resonó en el auditorio. — ¡Es nuestra hora de levantar la voz y la lucha por un futuro más justo para todos!

La forma en la que María compartía su visión la cautivó. Más que un discurso apasionado, lo que más le impactó fue la intensidad con la que lo expresaba. Pasada la media hora de los discursos, llegó el turno de preguntas y la joven levantó la mano con decisión.

— María, soy Lana de "Almas Refugiadas". Mi pregunta es sobre la comunidad LGBT en Venezuela… ¿Cómo crees que podemos lograr la igualdad verdadera en un país que tiene un concepto tan difícil?. — preguntó, con su voz clara y firme.

María la miró y sintió una conexión instantánea con la periodista más joven que se encontraba en la sala después de tanto tiempo. Había algo en su forma de hacer preguntas que la intrigaban.

— La lucha por la igualdad es un importante pilar de nuestra sociedad. Deberíamos estar creando espacios seguros en los que la comunidad LGBT se sienta apoyada, donde el amor y la diversidad sean alentados y no suprimidos. La igualdad no es un derecho, es una necesidad. ¿Eso respondió a su pregunta?

Lana, asintió anotando en su libreta, en el rostro de María se notaba una mirada con un brillo inusual y su sonrisa sincera. Aquella joven decidida a profundizar sobre el tema, continuó.

— ¿Y qué pasa con el amor, María? En medio de ésta lucha; ¿Cuál es tu percepción acerca del amor y su relación con la transformación social?

María sonrió. Había algo peculiar en la forma como Lana abordaba temas tan profundos.

— El amor es una fuerza poderosa. Nos da un impulso para luchar, resistir y soñar. Sin amor, la lucha no tiene sentido. Nos necesitamos unos con otros.  — María, estaba asombrada de cómo sus propias palabras le resonaban.

Mientras las conversaciones seguían, se dió cuenta que con cada respuesta que daba y con cada pregunta de Lana, sentía que esta persona tenía algo especial. La joven periodista, se destacaba por tener un aura misteriosa, cosa que la traía hacía ella. Hacia que su estómago sintiera hormigueos por su inteligencia y preguntas profundas.

— ¿Y te has sentido alguna vez enamorada en medio de esta lucha? — preguntó Lana, con una leve sonrisa que delataba su curiosidad.

María quedo pensativa por un momento, aunque era una pregunta personal, no parecía estar fuera de lugar preguntar.

— Sí me he enamorado y he amado con mucha intensidad y sinceridad. — admitió María, sintiendo que el ambiente entre ellas se volvía un poco más íntimo.  — A veces, el amor es un refugio y una fuente de fuerza... Pero también parece un lujo en estos tiempos.

Lana sonrió, viendo como la vulnerabilidad de María la hacía aún más humana, más real.

— Y a quienes se han ido dejando a un amor a causa de la situación del país, ¿Qué les dirías?  — preguntó Lana, su tono, sincero y empático la hacía llamar la atención de todos.
— ¡Que no se rindan! No importan las circunstancias, en cualquier lugar el amor puede florecer. Solo necesitamos mantener viva la esperanza. — dijo María sintiendo un calor en su pecho.

La conferencia siguió su curso, aunque todo el ambiente parecía tener una nueva energía entre las dos mujeres. Cada mirada y cada sonrisa formaban hilos que las acercaban cada vez más.

Al terminar la conferencia, los aplausos resonaron en todo el auditorio, aunque habían muchas personas haciendo preguntas, los ojos de la mayor solo se posaban en aquella joven.

Tras terminar todo, la joven se acercó al podio.

—María, gracias por tu tiempo, por tus respuestas y por esta linda experiencia. Ha sido algo increíble estar acá. — dijo Lana, sintiendo que ese momento era especial para ambas.
—Gracias a ti, Lana. Espero que sigas haciendo preguntas que realmente importan. Tu voz es fundamental en esta lucha.  — respondió María, con los ojos llenos de emoción.

Al despedirse, María tomó brevemente la mano de Lana. Ese pequeño gesto hizo que sus corazones se aceleraran de una manera inexplicable, dejándolas con una sensación de alegría y expectativa. Era como si hubieran sellado un pacto silencioso de seguir compartiendo ideas y momentos juntas.

— Hasta la próxima, Lana. Me encantaría seguir conversando contigo y verte pronto. — dijo María, sintiendo que había descubierto en la joven algo más que una simple periodista; había encontrado un amor.
— ¡Hasta pronto, María! Espero que esa oportunidad de verte llegue pronto. — dijo Lana, con una sonrisa que iluminaba su rostro.

Sabía que este encuentro era solo el primer paso hacia algo especial. En medio de la lucha por la igualdad y la justicia, nació una conexión única, como una semilla que empieza a brotar en la tierra fértil. Un amor que se estaba formando entre conversaciones y miradas, en un país que anhelaba renacer, como un amanecer después de una noche de tormenta.

Young and Beautiful  - María Corina Machado Donde viven las historias. Descúbrelo ahora