4. PARK

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El ruido no era lo suficientemente fuerte para poder despertar al hombre rubio, aunque un cabeceo sí.

—¿Pero qué cara...?

Park Jimin despertó en su tina del baño, sus manos y sus pies estaban demasiado arrugados y el agua fría. Vio la hora en el reloj de pared en el baño. Se sintió un poco avergonzado y molesto consigo mismo. Eran las nueve con diez minutos.

—Me quedé dormido, genial.

Salió del baño con sólo una toalla ajustada a su cintura. Un camino húmedo se formaba conforme se dirigía a su cuarto. Brincó en su lugar cuando se dio cuenta que las cortinas de su cocina estaban abiertas, dejando entrar demasiada luz, lastimándole un poco los ojos, dándole un ligero dolor de cabeza.

Después de una resaca, sus energías se agotaban y huían de él, por lo que normalmente no tenía ánimos de nada, ni siquiera de cerrar las ventanas de su departamento.

Llegó a la habitación, buscó ropa interior y se pasó los dedos por el cabello, desenredando un poco para que no se viera como el desastre que era.

Jimin podía escuchar el pitido de su teléfono que le indicaba que tenía un mensaje de voz. Suspiró. Volvió a la cocina y al ver las frutas que habían ahí su estómago rugió un poco, recordándole que no había desayunado o siquiera cenado desde el día anterior. Volvió a suspirar.

—Esto no es Busan, no puedo seguir haciendo lo mismo...— dijo cuando estuvo frente a su refrigerador abierto. Estaba completamente surtido a pesar de que sólo iba a estar unos días, sabía que tenía que alimentarse bien si quería regresar con nuevas energías—. ¿Cuándo fue la última vez que tuve esto lleno?

El hombre preparó un licuado de frutas. Revisó las notificaciones de su teléfono y efectivamente, tenía un mensaje en su buzón de voz y algunos mensajes más. Se dio prisa para buscar ingredientes en el refrigerador.

—Carne, ensalada de verduras, fideos negros y una buena cerveza. Ni siquiera yo recordaba que podía hacer algo así— dijo después de varios vasos de licuados.

Park volvió a su celular y optó por poner música en vez de ponerle atención a sus mensajes.

—Hoy se me apetece otra compañía que no sea el silencio...— dijo antes de poner unos archivos que le había mandado un viejo amigo. Ninguna pista tenía letra, pero el ritmo era suave y melodioso—. Bien, revisemos quien se pudo acordar de este pecador infame...

Revisó los mensajes de la noche anterior que no había visto y se dio cuenta que eran de su mejor amigo, por lo que un pinchazo de culpa lo invadió. Afortunadamente eran audios y podía escucharlos mientras terminaba de beber su cerveza.

1. "Jimin, ¿por qué no me dijiste que estabas en Seúl? Estuve platicando con tu amigo Jung y él tuvo que decirme, ¿pasó algo?".

2. "Por cierto, ¿me dices cómo rayos Jung consiguió mi número?".

3. "Jimin, estoy saliendo de Nueva York".

4. "Chim, espero que cuando llegue estés en casa, y con comida. Llamé al hotel por mi reservación y me dijeron que no tenían habitaciones. Al parecer, le dieron la mía a alguien más, al menos me devolvieron mi dinero".

5. "Estoy aburrido en el avión".

6. "¿Por qué no contestas? Es algo cruel".

7. "Estás triste, ¿verdad? o ¿estás de fiesta en algún lado?".

8. "Ya sé, estás de nuevo triste y te fuiste a buscar un lindo trasero".

9. "¿Cuándo entenderás que no necesitas hacer eso y tienes mucho por lograr? Sólo te lastimas a ti mismo buscándolo como un fantasma".

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⏰ Última actualización: 4 days ago ⏰

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