𝓒𝓮𝓷𝓲𝔃𝓪𝓼 𝓭𝓮𝓵 𝓒𝓸𝓻𝓪𝔃𝓸𝓷 - 𝙎𝙤𝙣 𝙂𝙤𝙠𝙪 𝙚𝙣 𝘿𝙭𝘿

Capítulo 16

Con lagrimas saliendo de sus ojos, miraba hacia el suelo. De rodillas, viendo como las personas que mas apreciaban se desvanecían de sus ojos de una forma inusual. 

Sus orbes que una vez fueron oscuros, tornaban a tonos mas neutros alejándolo de la oscuridad de su naturaleza. Presenciaba como el fuego que una vez rodeo la zona, dejaba los rastros de lo que anteriormente fue su hogar. 

La niebla poco a poco tomaba el control del lugar que una vez fue destruido y hecho pedazos por una bestia fuera de control. A su alrededor, varias victimas sufrieron el mismo destino sitio, y un fuego que los consumió dejando solo el polvo de sus restos.

El pobre infante estaba en el medio de todo eso, siendo rodeado por lo poco que quedaba. Las cenizas de quienes el prometió proteger, se levantaron y rodeaban al chico. El joven se quedaba estático, siendo testigo de todo, pero sin cambiar su estado. Vio en esas cenizas los pocos recuerdos de su corta infancia con ellos, los días brillantes, los días oscuros, y los días donde ni un brillo aparecía, solo recordando unas palabras que lo acompañarían siempre —Pase lo que pase, recuerda siempre esto mi pequeño Goku. Tu abuela y yo siempre estaremos contigo, siempre te protegeremos y siempre te amaremos sea cual sea el destino que nos toque...

Como si de un mal juego de su cerebro, los recuerdos de los días anteriores aparecían las imágenes donde el era cuidado por su abuelo. De cuando tenia la oportunidad de escapar de los problemas que tenia en aquel sitio ,y era abrazado y consolado por su abuela. Recordaba lo feliz que se sentía estar a su lado, a pesar del dolor y sufrimiento que vivió en aquel lugar. Esas memorias llegaban y se iban al tiempo que era cubierto por las cenizas y sus orbes se desbordaban en lagrimas quedando viendo al horizonte.

—Raynare-san...

Sus ojos, que nuevamente jugaron con el y lo hicieron ver su pasado, ahora no era el horizonte lo que veía, tenia horita mismo unos ojos violetas al frente de el. Conectando miradas, como si nunca se hubieran encontrado en la vida, y claro, es la primera vez que el joven la ve claramente sin la necesidad de usar sus lentes de contacto, que bajaba la saturación de su vista, viéndolo todo de forma mas neutra quitando el brillo de su vida.

Por parte de la pelinegra era algo parecido. Durante dos semanas tenia una imagen diferente de el. Jamás había llegado a ver su cabello y mucho menos sus ojos que eran tapados por unos luceros oscuros. En frente suyo tenia al Goku sin nada que lo cubra, viéndolo como es en realidad.

Su delicada mano, que una vez limpio las lagrimas del chico, seguían sin despegarse de su cara. Suavemente frotaba la mejilla izquierda del Son y luego las acerco a sus parpados viendo fijamente esos ojos que parecían brillar y estar apagados siendo capas de reflejarse en esa mirada. 

Con esa misma mano, toco uno de los mechones de la cabellera del chico, sintiendo su textura y asombrada por lo extraña que era. Por parte de Goku, nuevamente estaba estático sin saber que hacer ni decir, solo, se dejo llevar. El tacto de la chica lo tranquilizo y la ansiedad que hace minutos atrás lo consumía, desaparecía con el pasar de los segundos deseando que esto no acabara.

Goku caminaba de la cocina a la sala trayendo en sus manos dos tazas de té de toronjil. Al llegar le ofreció una a la chica peli negra que estaba sentada en el sillón y el Son se sentó a su lado. Sin nada que lo cubra esta vez, ni su gorro ni lentes, era el sin disfraz. El silencio del lugar no duro mucho, aunque las palabras que querían salir de la boca de la caída estaban muy desordenadas y no sabia como podía preguntar.

—No lo entiendo... —Ante esas palabras el Son le presto atención a los orbes violetas que le miraban buscando una respuesta. no se le veía molesta ni extrañada, solo confundida —. es.. no se.. te quiero decir que, no veo al necesidad de que uses esos trapos en la cabeza todo el tiempo.. pero.. porque?