ALGO LOCO (LIBRO III SAGA MUJERES DE LA MAFIA)

CAP 2

Asco...

BRITTANY.

Subo las escaleras del club con Andrei guiando mi camino, tiene mi mano entrelazada con la suya.

--¿No debo jurarte amor eterno mientras te cojo verdad? -cuestiona soltando mi mano.

Coloca su huella en el detector de la puerta, puerta que se abre dejando ver una cama king, un pequeño bar y todo lo que conlleva una habitación lujosa.

--Entra. -exige dándome el paso.

--Espera. -me detengo en seco- ¿Eres casado?

--¿De qué hablas?

--¿Tienes novia?

--¿Por qué preguntas eso?

--No me gusta coger con hombres comprometidos. -aclaro- Atraen muchos problemas.

--No tengo pareja, señorita Russo. -afirma con rabia- Ahora entre, necesito sexo urgente y que mejor que usted. Linda manzanita prohibida.

Entro a la habitación con pasos lentos, al llegar al centro me quito mis botas y ésto es algo raro... Estamos técnicamente planeando el tener sexo, osea se supone es algo que se da en medio de la relajación, pero nosotros lo planeamos.

--Que comience lo divertido. -susurra a mis espaldas.

Andrei me da la vuelta con rapidez, sus labios chocan contra los míos y su lengua domina mi boca, sus brazos me envuelven y me alzan haciendo que lo rodee con mis piernas.
Absorve mi labio inferior para después dejar un beso en éste.

--¿Cuántos años tienes? -su pregunta me descoloca- A ti no te gusta coger con hombres comprometidos y a mí no me gusta coger con menores.

--Pues entonces agradezco tener 18 años. -sonrío.

--Lo sabía, ni con todo el maquillaje pierdes el aire de niña mimada.

Su voz ronca me eriza la piel de una manera poco común y es que... Luce tan hermoso, con su cabello rojo despeinado, sus pupilas dilatadas y el verde esmeralda de sus ojos ahora es un verde olivo.

--¿Que dirían tus hermanos si vieran que te va a coger un Magomedov? -su pregunta me hace reír.

--Yo te estoy cogiendo a ti, no al revés.

Gimo al sentir como apega su ereccion a mi centro, las palpitaciones me hacen soltar suspiros.

--Mejor cero hablar. -exige moviendo su pelvis haciendo que el roce de nuestras intimidades me tenga al borde del abismo.

En un movimiento rápido rompe mi vestido y lo tira a la otra esquina de la habitación, Andrei me lanza a la cama para después mirarme de pies a cabezas.

Quiero quejarme por el vestido pero las palabras se atoran en mi garganta al ver como se quita la camisa, trago en seco viendo su abdomen marcado, su piel trigueña luce brillante y quiero comer ahí.

Sube a la cama con lentitud y es raro... Es rara la manera en qué sus dedos son suficientes y para mí nada es suficiente.

--Abre las piernas. -ordena.

Lo hago con lentitud, Andrei arranca las bragas y las lanza al aire.

--Maldita sea, te ves hermosa. -su boca hace contacto con mis senos.

Chupa y muerde mi pezon como si fuera su mayor obsesión, el deseo que muestra es el que me tiene gimiendo deseosa de más.

Bajo mi mirada con rapidez cuando siento que está paseando su verga por mi estrada, la llena de mi humedad y yo escondo mi cabeza en su cuello gimiendo en su oído.