Uno

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Jeno no podía dejar de sudar, cada pocos segundos una nueva gota resbalaba por su frente, lo que provocaba que Jisung frunciera el ceño con una expresión de disgusto. No entendía por qué su hermano estaba tan nervioso, sobre todo considerando que estaba seguro de que todo saldría bien.

Después de cinco años de relación, Jeno finalmente había decidido dar el gran paso y pedirle matrimonio a Jaemin. Había escogido el concierto del grupo favorito de su novio, Clover, como el escenario perfecto para hacerlo. Durante los últimos dos meses, Jeno había planificado cada detalle, desde la compra de las entradas para el cotizado concierto hasta el momento exacto en que se arrodillaría frente a Jaemin, rodeado de la música que tanto significaba para ambos.

Jisung, por su parte, no sabía mucho sobre Clover. Conocía una que otra canción, las más populares, esas que cualquier ciudadano surcoreano debería reconocer al instante. Era prácticamente imposible vivir en Corea del Sur y no estar al tanto de la discografía del trío más famoso del país. Sin embargo, Jaemin había desarrollado una obsesión casi infantil por el grupo, algo que Jisung encontraba un poco extraño, pero que prefería no cuestionar.

A pesar de no compartir el mismo entusiasmo por la banda, Jisung entendía la importancia de la ocasión. Jeno y Jaemin habían pasado por mucho juntos, y este momento representaba una culminación de todo el amor y las dificultades que habían enfrentado. Por eso, aunque le costara admitirlo, Jisung también estaba un poco nervioso por su hermano. Sabía que, en el fondo, Jeno solo quería que todo fuera perfecto, y eso era suficiente para que él también deseara que todo saliera bien.

Jeno ya le había explicado cada paso de su plan, como por ejemplo; las palabras exactas que diría cuando se arrodillara frente a Jaemin. Estaba convencido de que Jaemin diría que sí, pero aun así, era evidente que la ansiedad consumía a Jeno. Era consciente de que este sería uno de los momentos más importantes de su vida, y la posibilidad de que algo saliera mal lo atormentaba.

Jaemin iba cantando a todo volumen, su voz resonando alegremente mientras miraba por la ventana del auto. La emoción por el concierto lo tenía tan entusiasmado que no se daba cuenta del nerviosismo que impregnaba el aire en el interior del vehículo. Las feromonas de ansiedad que emanaba Jeno eran casi palpables, pero Jaemin, inmerso en su propio mundo, no parecía notarlo. Jisung, sentado en el asiento trasero, observaba la escena con cierta incredulidad. ¿Cómo era posible que Jaemin no percibiera la tensión en su hermano? Supuso que Jaemin atribuía la inquietud de Jeno a la emoción del concierto o, tal vez, Jeno era un mejor actor de lo que cualquiera podría imaginar.

El tráfico estaba terriblemente pesado. A pesar de que ya estaban cerca del recinto donde se llevaría a cabo el concierto, el avance era tan lento que probablemente les tomaría otros veinte minutos llegar al estacionamiento. La espera solo parecía aumentar la ansiedad de Jeno, que no dejaba de mirar el reloj y tamborilear los dedos sobre el volante.

Mientras tanto, Jisung se distrajo mirando por la ventana, observando la peculiaridad de los fans que se dirigían al mismo evento. Grupos de chicas, vestidas de manera extravagante, pasaban junto al auto, sosteniendo en sus manos los característicos lightsticks de Clover con entusiasmo. Los colores brillantes de los accesorios y la energía contagiosa de la multitud daban vida a las calles, transformándolas en una especie de carnaval.

Jisung frunció el ceño al ver a un chico que caminaba entre la multitud vestido con una botarga de oso pardo, un disfraz que destacaba entre la marea de personas. La dedicación de los fans siempre lo sorprendía, y aunque no compartía la misma pasión, no podía evitar sentirse impresionado por el nivel de compromiso que mostraban.

Mientras el auto avanzaba lentamente, Jisung volvió a mirar a Jeno. Su hermano seguía concentrado en la carretera, pero la tensión en su rostro era innegable. Jisung se preguntaba si Jaemin se daría cuenta de lo que estaba a punto de ocurrir o si la sorpresa lo tomaría completamente desprevenido. En cualquier caso, estaba seguro de que el día terminaría siendo memorable, tanto para ellos como para los miles de fans que se reunían para ver a Clover.

Un poco confundido || JichenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora