Nueve

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Las vacaciones de Chenle no duraron lo que él esperaba. Apenas había descansado un par de días cuando la empresa comenzó a bombardearlo con llamadas y mensajes, solicitando su presencia para grabar contenido para el próximo regreso del grupo. Al principio, ignoró los primeros mensajes, pensando que tal vez era un error o que la situación se resolvería sola. Sin embargo, no tardó mucho en darse cuenta de que no sería así. El insistente zumbido de su teléfono y los recordatorios de los managers lo sacaron de su fugaz paz.

¿Un regreso tan pronto?  pensó con frustración. La indignación le recorrió el cuerpo. Acababan de terminar una larga y agotadora gira mundial, una que había dejado a todos los miembros física y mentalmente exhaustos. La idea de volver al estudio después de solo dos días de descanso le parecía una broma de mal gusto.

Deben estar bromeando. O, mejor dicho, deben estar jodiéndonos, murmuró para sí mismo mientras tiraba el teléfono sobre la cama, sintiendo cómo la rabia empezaba a subir por su pecho.

Como grupo, Clover siempre había tenido una dinámica interesante. No tenían un líder oficial. Aunque, si Chenle tuviera que elegir a alguien para ese papel, sería sin duda Renjun. Él y Haechan ya lo veían como el líder no oficial del grupo. A pesar de que Renjun era un beta, su capacidad para guiarlos y mantener la calma en situaciones difíciles era notable. Su madurez y sentido de responsabilidad lo ponían en una posición natural de liderazgo, aunque la sociedad esperara que fuera Chenle, siendo un alfa, quien ocupara ese lugar. Pero para él, ese estereotipo de que los alfas debían liderar era completamente absurdo.

Es solo otro estigma más, solía decir Chenle con indiferencia. Renjun hace mejor trabajo que cualquiera de nosotros, sin importar nada.

Pero ese día, Renjun no estaba tan calmado ni sereno como de costumbre. La noticia de las vacaciones interrumpidas había llegado también a sus oídos, y como era de esperar, no tardó en reaccionar. Aunque era de naturaleza tranquila, cuando algo no le parecía justo, Renjun podía ser implacable. En cuanto recibió la notificación, no dudó en levantar el teléfono y llamar a la empresa, dejando en claro su descontento.

Había dicho que eso era inaceptable e incluso amenazó con denunciarlos por sobreexplotación. Chenle no había estado presente cuando hizo la llamada, pero Haechan se la había relatado con una mezcla de asombro y orgullo. Renjun nunca había sonado tan molesto.

La verdad era que todos estaban agotados, y por mucho que amaran lo que hacían, sabían que necesitaban un descanso. Chenle amaba su trabajo. Amaba cantar, bailar, estar sobre el escenario y sentir la energía de sus fans vibrando con cada nota. Amaba a sus compañeros de grupo y el lazo que habían formado durante los años, un lazo que se había convertido en una especie de familia. También amaba a sus fans, aquellos que los habían seguido a lo largo de su carrera, apoyándolos en cada paso del camino.

Pero por encima de todo eso, Chenle era humano. Y como cualquier ser humano, necesitaba descansar. Necesitaba desconectar del agotador ritmo de trabajo que imponía la industria, de los ensayos interminables, de las grabaciones nocturnas, y de la constante presión de ser perfecto en todo momento.

Dos días no son vacaciones, pensaba mientras se recostaba en su cama, mirando el techo de su habitación con una mezcla de cansancio y frustración. No era ni remotamente cercano al tiempo de descanso que se merecían. El cansancio acumulado no desaparecía con solo un par de noches de sueño. Su cuerpo seguía dolorido, su voz aún recuperándose de los conciertos, y su mente... su mente estaba exhausta.

Necesito más tiempo, se dijo, aunque sabía que las probabilidades de que la empresa cediera a sus demandas eran escasas. La industria del entretenimiento no esperaba a nadie, y menos aún a los que estaban en la cima como ellos. A veces sentía que ser una figura pública significaba estar siempre al borde del agotamiento, siempre corriendo contra el reloj, sin espacio para detenerse y simplemente respirar.

Un poco confundido || JichenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora