Acordes de Un Corazón Roto.

Sofy.

- No puedo creer que estemos aquí.- dije. arrastrando los pies.

- Lo sé. ¡Esto es genial! Todas esas ediciones son tan hermosas. - dice él, señalando alrededor.

Es un viernes por la tarde. Cuando sugerí a mi novio salir, no planeaba recorrer librerías.
Tenía en mente invitarlo al cine, y manosearlo en la oscuridad.
Pero nunca puedo negarle nada, él sugirió esto y aquí estamos.
Camina frente a mí. Tirando de mi mano, prácticamente arrastrándose por el local.
Estamos en el centro comercial, y he visto cómo la mirada de muchos y muchas se desvían a él cuando pasamos. Pero se voltea, y sonríe solo para mí, y yo me derrito.
Es precioso. Muy pero muy precioso. Lucerys podría ser un modelo de los más famosos si quisiera.
Se vé feliz, así que me trago mis celos y  quejas, solo lo sigo.

- Ven mi amor, quiero presentarte a una de mis escritoras favoritas. - dice emocionado, llevándonos al fondo del local.

No me sorprende encontrar el lugar casi vacío.
La gente ya no lee.
Mi chico es casi una especie en extinción.
Sonrío ante ese pensamiento.
Nos detenemos junto a una colección de libros que parecen nunca haber sido tocados. De seguro ese es el caso, hace años que nadie debió acercarse a esta colección.
Para mí no significan nada, pero para él parecen ser algo muy valioso, los mira como si fueran tesoros.

-Mira amor, ella es Jane Austin, la reina indiscutible de la novela romántica; sus historias capturan el corazón con personajes tan vívidos y diálogos tan ingeniosos que es imposible no enamorarse de su mundo una y otra vez.- me  dice él.

Pero sus ojos siguen en los libros.

- Más novelas románticas... Adivinare. ¿Todas tienen finales felices verdad?-  le digo divertido.

-¿Y qué si  todos sus libros tienen finales felices? En un mundo tan caótico, sus historias nos recuerdan que el amor y la bondad pueden triunfar, y eso es algo que todos necesitamos creer.- dice girandose hacia mí  y mirándome a la defensiva.

Yo suelto una risa corta. Mi chico es una dulzura. Me acerco a él y lo rodeo con mis brazos.

- No te enojes conmigo Sol, solo me llama la atención que te gusten tanto. Es todo.- dejo un pequeño beso en sus labios. Parece relajarse con eso.

- Creo que nos  regaló finales felices en sus novelas porque, quizás, en su propia vida nunca los tuvo. - pasa sus brazos por mis hombros.
- El mundo rara vez nos da finales felices mi amor, al menos en los libros podemos encontrarlos. Según los historiadores, ella no pudo estar con su alfa, fue una solterona. Así que escribió todas sus obras donde los enamorados terminaban juntos y felices. - explica con ojos soñadores.

- Supongo que tienes razón. - lo atraigo más hacia mi, y lo beso más profundamente.
Ya que no tengo la oscuridad de un cine, aprovecharé la soledad de la librería para besar a mi novio. De todas maneras no hay nadie.
- Que deprimente debió ser su vida... - le susurro.

-Mmmm puede ser. Escribió sobre lo que anhelaba y no podía tener con él. Me gustaría escribir así algún día.- dice perdiéndose en sus pensamientos.

- Puedes escribir todos los finales felices que quieras mi Sol, pero no para nosotros... Nosotros tendremos el nuestro. - le digo uniendo nuestras frentes.

Sus ojos son tan pero tan lindos...
Creo que incluso sueño con ellos.

-¿Lo prometes? ¿Qué no tendré que escribir  historias con finales felices para tú y yo?- dice. Y hay un poco de nerviosismo en su linda carita.