ℑ𝔫𝔣𝔦𝔩𝔱𝔯𝔞𝔡𝔬

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007
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~𝖒𝖆𝖘𝖎𝖔𝖓 𝖑𝖊𝖓𝖉𝖊𝖗𝖇𝖔𝖑 ~

Un coche negro, elegante y discreto, se detuvo frente a la entrada principal. Del vehículo descendieron varios hombres, vestidos con trajes oscuros y con la actitud de quienes están acostumbrados a lidiar con secretos y peligros. Entre ellos, Dimitri se encontraba aparentemente arenpetido por la decisión que tomo, su rostro cubierto por una expresión de vulnerabilidad calculada. Dimitri, con sus ojos grandes y su ropa infantil, contrastaba dramáticamente con el lujo que lo rodeaba.

Leonardo, con el rostro tensado por la furia, arrastró a Dimitri hasta la entrada. Dimitri cayó al suelo con un golpe sordo, justo frente a Andrés y su hijo Michael, que estaba en brazos de Andrés. El niño, curioso, miraba la escena con gran interés.

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Andrés frunció el ceño, sosteniendo a Michael con una mano y señalando a Dimitri con la otra.

-Andrés: ~¿Qué está pasando aquí? ¿Quién es este mocoso?~

Leonardo, respirando con dificultad, se dirigió a Andrés con voz dura.

-Leonardo: ~Este niño vivirá con nosotros.~

Dimitri, aún en el suelo, se levantó lentamente y se sacudió el polvo con tensión, tenía la preocupació hasta el borde, observando a Michael mierda el si parecía un bebé o más bien un enfermo mental, intentaba parecer lo más frágil posible pero al lado de él ni de coña parecía un niño pequeño.

-Andres: ~Como te llamas~ le pregunto un poco cortante, mientras lo miraba

-Dimitri: ~Me llamo Dimitri, mucho gusto~ intentado contener sus nervios que lo comían por dentro.

-Leonardo: ~Podría ser nuestro nuevo juguete, o servirnos~ mirándolo con una mirada lujuriosa.

Andrés, ignorando a su esposo, no estaba de humor en ese momento. Tal vez le daría una oportunidad al niño más adelante...

-Andrés: ~Ve a preparar un biberón para mi bebé~ dijo, mirándolo con desprecio mientras mantenía a Michael en sus brazos.

-Andrés: ~Más te vale, Leonardo Lemberbol, que este mocoso no moleste a nuestro bebé~ dijo, mientras llevaba a Michael al corral para dejarlo ahí por un rato.

-Michael: ~¡No, mami, no al corral! ¡Yo quiero brazo!~ se quejó Michael, mientras intentaba evitar ser colocado en el corral.

-Leonardo: ~¡Michael!, no tienes por qué levantar la voz, te escuchamos~ suspiró, haciendo que Michael fuera trasladado a sus brazos.

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Dimitri se encontraba en la cocina, preparando un biberón para Michael bajo la atenta supervisión de un guardia. Mientras mezclaba la fórmula con habilidad, sus pensamientos estaban lejos de la tarea que tenía entre manos.

~"No puedo creer que esté aquí, haciendo un biberón como si fuera parte de la servidumbre"~ pensó Dimitri, sintiendo la frustración de la situación. Cada momento que paso actuando como un niño no sirvió en cambio lo tienen como a un sirviente, recordando cuán lejos ha tenido que llegar para infiltrar este entorno. ~"Es increíble cómo me tratan como si fuera tan frágil y dependiente como Michael"~.

Mientras ajustaba la temperatura del biberón, Dimitri no podía evitar pensar en el contraste entre su rol actual y la realidad de su misión. ~"Si tan solo pudiera dejar de lado este disfraz de niño y volver a mi verdadero papel"~. No es solo el hecho de que esta vestido como uno, sino que nisiquiera fue como lo penso, es el constante riesgo de que mi fachada sea descubierta.

Dimitri suspiró, intentando mantener la calma mientras servía el biberón. ~"Espero que esta misión termine pronto. Cada minuto que paso en este papel de "bebe/ sirviente" me hace desear más estar de vuelta en el terreno de operaciones, lejos de estos juegos infantiles. Solo necesito aguantar un poco más, obtener la información que necesitamos y salir de aquí antes de que mi paciencia se agote por completo"~.

Con el biberón listo, Dimitri se preparó para entregar el alimento a Michael, mientras mantenía la calma exterior y contenía su impaciencia por regresar a una misión que se ajustara a sus habilidades y formación profesional.

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~𝓔𝓷𝓽𝓻𝓮 𝓶𝓲𝓼 𝓶𝓪𝓷𝓸𝓼~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora