La carta dorada

1.3K 150 16
                                    

La primera vez que James defendió a Severus...

________________________________________

-Pobre idiota, ¿perdiste algo?- Preguntó mi amigo Sirius con burla.

Severus solo lo miró con aburrimiento.

-Esconder mis libros es tan anticuado. Ya no tenemos 11 años, chucho.

Ante la risa de Peter, Sirius se puso rojo de la rabia y levantó su varita hacia el Slytherin.

-Ya verás lo aburrido que soy.

-No te atrevas.- Dije, antes de pensar mucho mis acciones, y me coloqué ante Severus y mi amigo. Sirius me miró extrañado.

-Cornamenta, ¿acaso lo escuchaste? Se burló de mí.

-Tú empezaste con esconder sus libros y amenazarlo con tu varita, creo recordar que te dije que no íbamos a hacer eso.- Luego me acerqué hacia él. -En algo tiene razón esta serpiente, ya no tenemos 11 años, si llegas a tocarlo, te darán un paso directo a Azkaban.- Intenté que mis palabras influyeran en mi amigo y que se diera cuenta que esto era un grave error.

De hecho, desde hace más de un año yo estaba convencido que todas las bromas que hacíamos eran un gran problema. Sobretodo las fechorías que le hacíamos a Severus.

-Tienes razón, no lo vale.- Suspiré de alivio y Severus se dio la vuelta sin decirnos nada. -Pero no voy a permitir que esta serpiente me gane.- Y dicho eso lanzó un hechizo.

-¡NO!- Grité y traté de ponerme delante para el impacto, pero para mi sorpresa, no recibí ningún dolor del hechizo. Cuando abrí los ojos, la capa de Sirius estaba colgada en la rama de un gran árbol de los jardines de la escuela. Le devolví mi mirada a Snape y éste tenía su varita apuntada hacia nosotros.

-Como te dije antes, perro; ya no tenemos 11 años y no voy a permitir que me sigas haciendo daño. Si alguno de ustedes vuelve a intentar siquiera burlarse de mí o hacerme una broma les aseguro que cada hechizo oscuro que conozco será enviado a sus asquerosos cuerpos mientras duermen.

Justo en ese momento, Remus apareció y vio la escena sin sorprenderse.

-Remi, ayúdame.- Dijo Sirius con urgencia.

-Si estás ahí es por alguna razón. Si fue Severus el que lo hizo debe ser porque empezaste otra vez una pelea, te he dicho que no me gusta que seas un chico que se burle de otros que sean de diferentes casas, ya no tenemos 11 años.- Repitió las mismas palabras de Severus. Remus se dio la vuelta con su libro, volviendo a su lectura, y Sirius lo llamaba para que no lo dejara solo. Al parecer, cuando vio a nuestro amigo, se le olvidó que Peter y yo seguíamos aquí.

-Parece que una poción de vómito solucionaría este problema.- Sonrió Severus. -Pero creo que la idiotez no se puede curar, que pena.- Luego vio a Peter. -A ti si te puedo convertir en una rata.

Peter corrió asustado, Sirius empezó a despotricar palabras poco elegantes hacia Severus, porque dijo que él había alejado a Remus y yo solo lo vi.

Cuando volvió a darse la vuelta, lo paré y me dirigí lo suficientemente lejos para que Sirius no nos escuchara.

-Si alguna estupidez sale de tu boca juro por Salazar que...

-Ningún insulto u ofensa saldrá de mi boca, solo quería hablar.

Severus me miró con desconfianza. No podía culparlo. Teníamos años haciéndole bromas y divirtiéndonos a su costa, pensé que era el chico más cool del mundo por ver a Snape molesto por cada idiotez que los merodeadores le hacían, pero debía confesar que desde hace un año y varios meses atrás ya no me sentía feliz por verlo triste.

Mintiéndo por ti Donde viven las historias. Descúbrelo ahora