𝐒𝐥𝐮𝐭! - 𝐊𝐚𝐭𝐬𝐮𝐤𝐢 𝐁𝐚𝐤𝐮𝐠𝐨 𝐱 𝐎𝐜

𖧹𝗖𝗮𝗽𝗶𝘁𝘂𝗹𝗼 𝗗𝗶𝗲𝘇

Un mes antes de la boda, la vida de Klara dio un giro inesperado. Había estado sintiendo ciertos malestares en las últimas semanas, pero había atribuido esos síntomas al estrés de los preparativos y a las emociones intensas que acompañaban su relación con Katsuki. Sin embargo, al ver que esos síntomas persistían, decidió hacerse una prueba de embarazo, aunque con cierta incredulidad.

El resultado fue positivo.

Klara quedó atónita frente al espejo del baño, sosteniendo la prueba en sus manos temblorosas. Una mezcla de emociones la inundó; sorpresa, miedo, pero también una alegría que no había sentido en mucho tiempo. Un bebé. Un bebé con Katsuki.

Todavía asimilando la noticia, salió del baño lentamente, casi como en un sueño. Se dirigió al dormitorio donde Katsuki estaba sentado, repasando unos documentos de la boda. Al escuchar sus pasos, levantó la mirada y notó de inmediato la expresión aturdida en el rostro de Klara.

—¿Klara? —preguntó, dejando los papeles a un lado y poniéndose de pie—. ¿Todo está bien?

Ella asintió, sin poder contener una sonrisa nerviosa, y extendió la prueba hacia él. Katsuki frunció el ceño por un segundo, sin entender al principio, pero cuando sus ojos captaron el resultado positivo, sus facciones se suavizaron y sus ojos se abrieron con asombro.

—¿Estás... embarazada? —susurró, como si no pudiera creerlo del todo.

Klara asintió, las lágrimas comenzando a rodar por sus mejillas. No sabía qué esperar, pero antes de que pudiera decir nada más, Katsuki la abrazó fuertemente, levantándola ligeramente del suelo en un gesto de pura emoción. La giró en el aire, riendo suavemente.

—¡Vamos a tener un bebé! —dijo, sus palabras cargadas de alegría y sorpresa.

Klara rió entre lágrimas, abrazándolo con fuerza. Cuando Katsuki finalmente la bajó, la miró a los ojos, todavía sosteniéndola por la cintura. Sus ojos brillaban de una manera que ella no había visto antes, llenos de una ternura y un amor que la hizo sentir segura.

—Te amo —susurró él, acercándose para besarla con suavidad, sus labios rozando los de ella en un beso que transmitía todo lo que sentía en ese momento.

Luego, con una sonrisa juguetona, Katsuki la rodeó con sus brazos desde atrás, atrayéndola hacia él. Inclinó su cabeza para besarle el cuello, sus labios trazando un camino suave sobre su piel. Klara suspiró, sintiendo cómo su cuerpo se relajaba contra el suyo, sus manos descansando sobre las de él, que estaban posadas suavemente en su vientre.

—Esto es increíble... —murmuró Katsuki, acariciando ligeramente su vientre aún apenas hinchado—. No puedo esperar a conocerte, pequeño —agregó en un susurro, inclinándose para besarle el vientre.

Klara cerró los ojos, dejándose llevar por el momento, sintiendo el amor y la protección que emanaban de Katsuki. Todo el miedo y la incertidumbre que había sentido en un principio se desvanecieron, reemplazados por una profunda paz. Sabía que, pase lo que pase, no estaba sola. Katsuki estaba allí, con ella, y ahora había una nueva vida que ambos protegerían y amarían juntos.