Helado

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*escena de violencia leve.

*es un capítulo "largo" pero me gustó mucho escribirlo así que espero que le den una oportunidad.

*si hay errores como párrafos juntos o escenas repetidas díganme.

***

Louis sostuvo el pequeño pedazo de plástico entre sus dedos, meciéndolo de un lado a otro con ansiedad. No había vuelto a ver a un omega rizado y un pequeño, algo bastante obvio pues no les solicitó volver después de esa consulta. Quizá debió haberlo hecho.

Tampoco había devuelto el gafete. No lo hizo cuando todas las cosas se cayeron sobre sus pies y la tarjeta se deslizó ligeramente bajo el escritorio. La tomó y metió en su bolsillo por puro impulso, ni siquiera lo dudó un segundo. Temió que Harry pudiese haberlo visto por lo que se apresuró a echarlo de allí. Sin embargo no se sintió arrepentido días después de haberlo tomado y conservado en el bolsillo de la bata durante sus consultas, tampoco a lado de su cama mientras dormía o sobre la encimera. 

Lo revisó un par de veces en el transcurso de la semana y descubrió que Harry trabajaba en un restaurante italiano dentro de una pequeña plaza comercial que no visitaba nunca porque era el sitio más apartado en el planeta tierra, también había un correo electrónico. Dos días después de conservarlo escribió un mensaje a esa dirección, aún sin respuesta.

—¿Debería devolverle el gafete? —Louis preguntó a su amiga castaña sentada frente a él, quien tomaba su almuerzo.

—Mi pregunta es por qué aún lo conservas —Ross replicó—. La respuesta a tu pregunta, es obvia. 

—No lo ha necesitado.

—Tú no sabes eso. 

—Sí lo sé. Le dije una semana de reposo.

—Como si nueve de cada diez pacientes obedecieran las instrucciones del médico. Es al revés, en realidad.

—Harry obedeció.

—Tú no sabes eso ¿Y si buscó ese gafete por todas partes y ahora está desesperado porque no tiene empleo?

—No te despiden por un gafete, Ross, no seas absurda.

—A Grace la despidieron por no presentarse con una camiseta azul un miércoles. Te puedes imaginar el problema que tuvimos, tres meses viviendo sólo de mi sueldo, con pan de caja, mayonesa y una rebanada de jamón. Nuestras tres comidas diarias.

Louis sonrió de lado. Ross siempre le veía el lado positivo a las situaciones, para ella no era importante no tener comida en la mesa, o que sus dedos se congelaran volviendo en autobús después de un turno de 48 horas. Al alfa le hubiese gustado mucho haber tenido su optimismo en ciertas situaciones de su vida.

—¿Qué día es hoy?

—Domingo.

Louis se levantó y tomó su abrigo, comenzando a guardar sus cosas. Ross lo observó sin darle mucha más importancia que a su ensalada. 

—Le devolveré el gafete ahora —Louis aseguró dirigiéndose a la puerta.

—Si fuera yo, te golpearía la nariz por robarlo.

—Punto para mí, no eres tú.

—No eres gracioso, Louis ¿Y cómo llegarás hasta su casa? No sabes dónde vive.

—Sí lo sé, yo llamé un taxi para él, le di la dirección. También la conservé sólo en caso de emergencia.

—¿Emergencia? ¡Eres un demente!

Pediatra ✰⋆Larry!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora