*El tartamudeo de Harry es a propósito, no una repetición sin contexto.
Harry entró al apartamento con Dominik en los brazos y lo dejó sobre el suelo para quitarse los zapatos. Dominik frotaba su nariz enrojecida, y de vez en cuando estornudaba.—Aún es temprano, botón. Podría prepararnos algo de chocolate —le dijo con una sonrisa. Dominik negó.
—No.
—¿No quieres chocolate?
—Cama. Vamos, mami.
Dominik tiró de su mano con insistencia apenas se quitaron las chaquetas. Él realmente estaba desesperado, y todo el día trató de cuidar de Harry también a pesar de que éste seguía asegurándole estar bien, Dominik no le creía.
Y tenía razón en no creerle porque Harry comenzó a sentirse mal alrededor del medio día. Se sentía debilitado, le pidió a alguien que terminara sus mesas mientras lavaba los platos en la parte de atrás antes de siquiera llegar a la mitad de su turno. Cuando la fiebre lo atacó a él junto a su bebé, ya había perdido la batalla contra la gripe y entendió que nadie podría salvarlo ahora. A pesar de ello lo manejó para terminar su turno e irse a casa.
Esa tarde todo se complicó todavía más.
—38.6 —Harry dijo al ver el termómetro. Apartó los mechones rubios del cabello de su hijo para despejar su frente y puso su mano sobre ella—. Deberíamos meternos en la bañera, bebé. Quizá eso nos ayude.
—No, mami, no más agua.
En realidad eso ya lo habían intentado, sin éxito. Por supuesto no quería someter a Dominik a tantos remedios caseros o de internet para calmar su tos y temía darle una pastillas más, pero tampoco quería pagar la cuota de 300 libras del hospital por una simple gripe que él podría controlar.
Quizá.
Sus propios síntomas estaban cada vez peor, sabía que no estaba comiendo lo suficiente, o bebiendo agua y había doblado varios turnos en el restaurante porque las propinas no iban muy bien. Estaba algo débil para afrontar la gripa por sí mismo, pero Dominik claramente era su prioridad. Concentraba la mayor parte de sus días en el trabajo y cuidar de él, no había mucho para cuidar de sí mismo y quizá esa fue la razón por la que se contagió en primer lugar.
—Mami... enfermo. —Dominik se arrastró fuera de su recámara con su mantita bajo el brazo, Harry estaba mojando otro paño para ponerlo en su frente.
—Sé que estás enfermo, bebé. No debiste salir de la cama...
—No, mami. Ven conmigo, ven —Dominik tiró de su mano para guiarlo de vuelta a la habitación que compartían y en la cual pasaron casi toda la tarde.
—Yo estoy bien, Domi, lo prometo.
—Caliente. Malo.
Harry se puso de rodillas.
—Yo estoy bien. Estoy bien, botón.
—No, mami. Ven...
Dominik lloriqueó contra su brazo y sobre su mantita, Harry se agazapó encima de su pequeño cuerpo.
—Lo estoy intentando, lo prometo —susurró.
Dominik realmente significaba todo para él, y mirarlo llorar y temblar de frío sobre la cama simplemente rompía su corazón por completo. Trataba de hacer un buen trabajo, en su mayoría, realmente creía que estaba haciéndolo.
Pagaba la renta de un departamento por su cuenta, no era grande pero funcionaba, tenía dos empleos y le daba a su bebé todo lo que podía contar. Esa mañana mientras preparaba su salida de casa y Dominik dormía todo lo que podía, se cuestionó si en realidad sabía lo que estaba haciendo.
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Pediatra ✰⋆Larry!
Hayran KurguHarry es un omega con un hijo alfa enfermo y ambos terminan en el área de pediatría. Louis resulta especializarse en niños. Y en omegas rizados también.