Límites

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—Nos falta vestirnos.

Harry corría de un lado a otro. Sostuvo a Dominik un segundo contra su cadera con un brazo mientras el otro sacaba cosas de un cajón, en busca de algo para ponerle. Aún no le había quitado el pañal y estaba sin pantalón. A veces Dominik usaba su "ropa de niño grande" pero cuando el omega estaba desesperado y no podía tomarse el tiempo de averiguar si Dominik quería ir al baño o no, le ponía los pañales para evitar los accidentes. 

—El de carros de colores, ¿está bien? —Harry intentó mantener la calma incluso después de que Dominik rechazara dos pantalones.

—Sí —Dominik murmuró desde su hombro, frotando su naricita contra el cuello de Harry. Estaba adormilado y somnoliento por la hora. Desde que Harry trabajaba en la lavandería, se despertaban dos horas más temprano y regresaban a casa una hora más tarde. Eso implicaba a un Harry más apresurado, y por ende mucho más estresado— Mami. ¿Louis estrellita?

—Ya hablamos de eso, Domi. Louis no p-puede venir, tiene trabajo también. 

—Más estrellas... Se acaban.

—Te dije que sólo pegaras una por día. T-te lo advertí.

Lo dejó sobre la cama para quitarle la playera de pijama y cambiar su pañal. Tuvieron una noche bastante tormentosa, por eso ambos estaban sensibles y Harry buscaba desesperadamente ser el fuerte de los dos, pero no pudo pegar un ojo más de 15 minutos, Dominik pidió leche al menos 3 veces y no habían desayunado aún.

—¿Quieres leche antes de irnos? —preguntó Harry mientras luchaba por meter la cabecita de Dominik por el cuello de la camiseta.

—No —Dominik arrugó la nariz, sus ojitos brillando con lágrimas contenidas—. No quiero ir.

—Bebé, sabes que mami tiene que t-trabajar.

—No quiero —protestó el pequeño, sus labios temblando—. No armario.

—Lo sé, mi vida, pero...

—No —Dominik se retorció en la cama cuando Harry intentó ponerle los pantalones, lágrimas gruesas rodaban por sus mejillas rosadas—. No más armario, mamá. 

Harry sintió que su corazón se partía. Las últimas tres semanas habían sido un infierno, con Dominik durmiendo en el pequeño armario de limpieza mientras él trabajaba. Lo dejaban mantenerlo ahí durante su turno, Harry iba cada hora a ver cómo estaba y llevaban una mochila con un montón de libros y juguetes, pero sabía que ese arreglo no podría ser permanente si estaba costando la salud mental de su bebé. 

Los primeros días se preguntó por qué mientras trabajaba en el restaurante, Dominik se comportaba tan bien y tenía mucho más tiempo, pero la respuesta le cayó como un balde de agua helada en la cabeza. En el restaurante, no se preocupaba por Dominik porque Richard siempre estaba cuidando de él, le permitía tenerlo en la cocina, en su oficina, básicamente en cualquier parte. Sin nadie preocupándose por su hijo además de él, todo parecía ser más complicado.

Y era demasiado orgulloso como para aceptar la ayuda de Louis, que cada vez se volvía más recurrente en su vida.

Se mensajearon desde que consiguió su número y Louis seguía buscando cualquier excusa para ir a verlos, pero Harry siempre conseguía convencerlo de que no lo hiciera. Le contó sobre el empleo, Louis lo felicitó y volvió a tocar el tema de Dominik, pero Harry estaba era demasiado orgulloso para aceptar, así que le mintió diciendo que en realidad la gerencia fue amable y lo dejó tenerlo con él todo el tiempo. Y si Louis aparecía de nuevo, volvería a ofrecerle cuidar de Dominik, entonces ya no podría rechazarlo. Además tenía suficiente con la noche de la película. 

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⏰ Última actualización: Nov 19 ⏰

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Pediatra ✰⋆Larry!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora