Sé Fiel | Troy Bolton

II: Secrets

  Se acercaba la hora del fin de año y nuestros dos protagonistas decidieron conocerce más. Ahora están afuera esperando a que empiezen los fuegos artificiales.

  — Enserio, tienes una hermosa voz. ¿Siempre cantas?

  — Algo, algún día quiero hacerlo mi profesión, junto con el baile, claro. Solo que nunca me había animado, hasta ahora.— Le contó sonriente— Ahora la verdadera pregunta es... ¿Desde cuándo cantas?

  — Bueno, doy conciertos de véz en cuando, en el baño, mis shampoos estarían muy emocionados.— Contestó con burla.

  Hubo un momentaneo silencio mientras ellos se observaban, pero no era incómodo, era lo contrario.

  — No sé por qué nunca hemos hablado.

  — Quizás porque nuestros mundos y pasiones son distinas— Contestó con obviedad y una sonrisa la chica.

  Y entonces empezaron los fuegos artificiles. Los miraron por unos segundos para volver a mirarse.

  — Tengo que buscar a mi hermana para ir con mis padres.

  — Si yo también, sin la parte de la hermana claro. Podemos intercambiar números, ¿Cierto?— Lo último lo dijo con un tono esperanzado.

  Lumina respondió afirmativamente y prosiguieron a intercambiar los números. Para luego despedirse mutuamente.

Ya había pasado una semana desde el año nuevo y ya habían retomado las clases. Lumina mientras caminaba con su hermana, podía ver lo de siempre: los chicos de basketball junto con las porristas, el club de ciencias, basicamente todos divididos.

Mientras las hermanas iban de camino al salón de teatro, Lumina se topó con la chica de la fiesta, con la que tuvo poca interacción. Asumió que era nuevo y desidió presentarse apropiadamente.

— Hola, tal véz no me recuerdes, soy la chica de la fiesta, la que también llevaba un libro.

— ¡Claro! Hola, no sabía que estudiaras aquí.— Le contestó sonriente— Es un alivio, ahora tengo a alguien relativamente conocido.

— ¿Y qué clase te toca ahora?— Cuando la chica contesto a su pregunta dijo— Yo y mi hermana tenenmos esa clase. Soy Lumina, por cierto, y ella Kelsi.— La recien mensionada la saludó tímidamente.

— Gabriella, un gusto.

Llegando al salón cada una buscó un asiento disponible. Lumina logró encontrar uno cerca de la puerta y al pasar cruzó miradas con el jugador que solo le mandó una sonrisa como saludo que fue correspondida.

La clase empezó con la maestra Darbus dando aviso sobre cómo serían las audiciones para el show de invierno. La clase se terminó tan rápido que los estudiantes ya estaban recogiendo sus cosas para la siguiente clase.

Al salir del salón la de ojos azules se topo con el jugador.

— Hola— El castaño habló con emoción.

— Hola, ¿qué tal todo?

— Genial— Esta véz habló susurando.

— ¿Por qué susuras?— Preguntó de la misma manera a modo burlón.

— ¡Ah! Perdón, es que mis amigos todavía no saben sobre lo de la canción. Ellos creen que no hago eso.

— Bueno, entonces que sea por ahora nuestro secreto.

Iban caminando por los pasillos hasta que se toparon con la pizarra de anuncios, casualmente la del show de invierno.

— ¿Y te vás a inscribir? Con eso que lo quieres como futuro, puedes empezar por ahí.— Le animó el chico.

— Lo haría, pero sé lo territorial que puede ser Sharpay. Aunque lo consideraría si te inscribes conmigo.— Lo miró con ojos de perrito en forma de broma, sabía que no lo haría.

— Sí, eso es imposible.— Troy le contesto riendo.

De la nada, sale Sharpay detrás de la pizarra haciendo que los dos den un pequeño brinco en sus lugares.

— ¿Qué es imposible? No creo que para tí algo lo sea.— Le habla directamente a Troy ignorando por completo la presencia de la castaña.

La rubia prosigue a firmar la lista de audiciones con una gran firma. Se voltea fingiendo inocencia hacia los castaños.

— ¿Ibas a inscribirte?— Esta véz sí habla hacia la chica. Iba a seguir hablando cuando Lumina le respondió.

— No, tranquila, no me siento preparada para eso... aún.— Antes de irse voltió hacia Troy— Hasta luego.— El mecionado se despidió con la mano.

Enfocandonos en el chico, ahora estaba en las prácticas de basketball con el resto del equípo. Intentando convencer a su mejor amigo, Chad, de hacer la audición con el pretexto de que darían puntos extras por la misma. Obviamente, fracasando en el intento.

El número 14 se la pasó toda la práctica con una pelea mental. Cantando se sentía correcto mientras que se decía a sí mismo que tenía que mantener la mente el juego.

Al salir de la práctica fue a la pizarra de anuncios para mirar la lista de audiciones, sin saber que fué visto por Ryan Evans, gemelo de Sharpay.

Al rubio comunicarselo, la rubia mencionó que los vió juntos en la mañana, empezando a tener curiosidad sobre esa chica, que podría estar inerponiendose en su camino.