capítulo 5

16 7 0
                                    

No los había mencionado antes, porque, casi siempre me enfoco en lo malo, y eso está muy, muy, pero muy mal, ya que ellos en realidad me han ayudado bastante, nunca se los había dicho, porque soy una persona algo callada, una persona que no se sabe expresar y si lo hace es mediante la escritura.

Y eso de estar enfocándome en solamente lo malo, está mal, porque eso no nos hace bien y simplemente nos empeora la ansiedad.

Quizás, eso no nos ayude a poder comenzar a sanar, debo o bueno debemos dejar o mejor dicho tratar de no hacerlo.

Aún qué, no del todo era chévere o divertido, ya que con ellos también me apagaba, con ellos también me quedaba callada, con ellos también no tenía ánimos de nada. Ellos, ellos,
también se aburrían de que casi todo el tiempo me la pasará con esos ánimos, aún que siempre, o cada que podían, me trataban de sacar una sonrisa.

Podía estar con ellos, muy felices y todo pero, siempre había algo, algo, algo, que me apagaba, algo que me afectaba mucho, siempre estaba ese algo que hacía que me apagará, así sea lo más mínimo. Pensar o recordar me torturaba, me torturaba pensar ya que nunca tenía pensamientos positivos. Cómo les había contado, esto estaba acabando conmigo; se me hacía algo complicado pensar en cosas buenas.

Pero... con mis amigos lo hacía, me distraía, pero casi siempre estaba ese algo, ese algo, ese algo así sea chiquitito, que lo dañaba.

La pasaba muy feliz y todo pero, siempre estaba ese algo que lo dañaba por completo, ya que cuando me desanimaba o simplemente me quedaban callada, y estando perdida en mis pensamientos, se me era muy difícil dejar de hacerlo o simplemente que me subieran el ánimo. Y aún así, estando con mis amigos.

Mí día a día era torturante, se me hacía algo complicado afrontar los días, ya no sabía que hacer. Todo se me hacía tan complicado. El colegio lo veía sin importancia, ya ni siquiera me daban ánimos de nada.

Esa vozDonde viven las historias. Descúbrelo ahora