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— No.

— Sí.

— No.

— Sí.

— No.

— ¿Ya no me amas? — Pregunto la alfa con dramatismo.

Los pongo en contexto.

Habían pasado tres semanas desde que Mina y Chaeyoung eran oficialmente novias, tiempo que desde la perspectiva de Chaeyoung, era suficiente para empezar a dormir juntas, sin embargo, Mina se oponía.

— Claro que te amo, tonta.

— ¿Entonces por qué no puedes dormir conmigo? Te juro que no me muevo mucho, puedes dormir en cualquier lado y si quieres puedo ser tu almohada.

— Pero, mi cosas...

— Mi habitación es lo suficientemente grande para traer tu cosa, también hay espacio en mi closet para tu ropa y hasta tengo un baño en la habitación. — Tomo las manos de la omega. — ¿No quieres?

— Sí quiero, de eso no tengo dudas, pero...

— ¿Pero?

— Sería raro, es decir, aún las personas de aquí no saben que ya somos algo oficial y... No quisiera que malinterpreten la cosas, ¿sabes? — Dijo con las mejillas rojas.

Chaeyoung iba a preguntar, hasta que captó lo que Mina había querido decir.

— Eso también lo podemos hacer.

— ¡Chaeyoung!

— Entiendo, situación seria, ya tengo la solución. — Dejó de reír. — Puedo hacer un anuncio, para que todos sepan quién conquistó mi corazón.

— Chae.

— Sólo, duerme conmigo, por favor.

Mina suspiró, ¿Acaso alguna vez podría ganar contra la alfa?

— Está bien, dormiré contigo.

...

No debió aceptar.

Tanto el como su lobo se encontraban nerviosas, muy nerviosas.

Y es que cuando aceptó aquella propuesta nunca pensó que las consecuencias que podría traer.

—Vamos Mina, no es nada del otro mundo. — Se autoconvencia. — Las parejas duermen juntos, no están haciendo nada malo.

Cuando estuvo frente a la puerta del cuarto de Chaeyoung, tocó la puerta.

¡ES MOMENTO DE HUIR!

La puerta de abrió, dejando ver a la princesa alfa.

— Uhm... ¿Vine temprano? — Pregunto al mirar que la alfa aún seguía con la ropa de la tarde, Mina tenía puesto su pijama.

— Llegaste justo a tiempo. — Tomó a la omega de la mano y la introdujo a la habitación.

Jamás había entrado a la habitación de Chaeyoung, nisiquiera para limpiar, puesto a que había un personal fijo para eso.

— ¿Qué te parece?

—Es...enorme. — La alfa no contuvo su risa. — No te rías.

— Ya te lo había dicho, mi habitación es lo suficientemente grande para que las dos estamos aquí, mi mamá estuvo de acuerdo, sólo falta que aceptes.

— No hasta que hagas el anuncio.

— Mañana lo haré, lo prometo, ahora...

Chaeyoung tumbó a Mina en la cama, subiéndose encima de ella para acomodarse entre sus piernas.

— Esperé mucho para este momento.

— ¿En serio? — Preguntó divertida.

— Mjum.

Estuvieron unos minutos así, los cuales Mina se dedicó a acariciarle el cabello a Chaeyoung.

— Chaeyoungie.

— ¿Mmm?

— ¿No tienes que cambiarte? ¿O esta es tu ropa de dormir?

— Tengo flojera, estoy mejor aquí.

— Chae, ve a cambiarte.

— Pero...

— Chae.

La alfa no tuvo más remedio que irse a poner una ropa más cómoda, por mientras Mina se acomodó mejor en la cama, metiéndose entre la sábanas.

Se acomodó de medio lado, mirando justo a la ventana, donde se podía observar a la luna.

— ¿Cómoda? — Chaeyoung le preguntó detrás de ella, haciendo que diera un mini salto.

— Me asustaste, y respondiendo a tu pregunta, estoy muy cómoda.

— Yo también. — Metió su brazo debajo de las sanas y acercó a la omega más hacia ella. — Aunque así estoy mejor.

Mina sentía sus mejillas arder, jamás había pasado por algo similar, podría considerarse alguien inexperta en ese sentido.

— Ya es hora de dormir. — Dejó un besito en la cabellera rubia de Mina. — Buenas noches, Minari.

— Buenas noches, Chae.

La princesa y la sirvienta ; michaengDonde viven las historias. Descúbrelo ahora