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— ¿Tú... Quieres ser mi novia?

El mundo de Chaeyoung se congelo por un momento.

¡Se le había adelantado! Desde hace unos días estaba planeando la declaración perfecta, pensaba llevar a la omega a algún lugar bonito - no tenía aún decido cuál - , pero al parecer Mina fué más rápida que ella.

— ¿Chaeyoung?

— ¿Ah?

— ¿No quieres? — La alfa se quedó mirando a la omega, aún sin dar respuesta. — Yo... Lo entiendo si no quieres.

— ¡No! — Respondió rápido. — Quiero decir, me tomó por sorpresa, claro que me gustaría ser tu novia.

La omega sonrió, tienes que dejar de sobrepensar, se dijo.

— Ahora eres mi novia. — Dijo la alfa.

— Todo tuya.

— ¿Significa que ya te puedo besar?

La omega se sonrojo demasiado, no pudo evitar reír.

— Me puedes besar.

Chaeyoung no perdió el tiempo y besó los labios de la omega, sin saber cómo fue que pudo resistir tanto tiempo sin probarlos, tomó la cintura de la omega para acercarla más a ella.

Mina al ser inexperta, no supo que hacer, le gustaba, eso le parecía claro, pero no sabía qué hacer.

Cuando se separaron, la omega bajó la mirada con vergüenza.

— ¿Por qué te avergüenzas? — Le preguntó la alfa divertida.

— Es que... Yo no se que hacer cuando me besas. — Confesó apenada.

— Para eso tendremos mucho tiempo para practicar, podemos empezar ahorita.

— Eres una descarada. — Le regaño.

— Así te gusto.

Y otra vez Mina no pudo responderle, Chaeyoung tenía razón.

...

DÍAS DESPUÉS

— ¿La princesa Son ya consiguió una pareja? — Le preguntó una beta amiga mientras lavaba su ropa, sin poder creerlo.

— Sí, dicen que es una omega y que es una plebeya.

La señora Son, que por casualidades de la vida se encontraba justo al lado de las señoras, escuchaba atentamente la conversación mientras hacía que lavaba su ropa.

— ¿El princesa Son con una plebeya?

— Como lo escuchaste, los que lo han visto dicen que la omega es muy hermosa, ojos cafés, cabello rubio y facciones delicadas. — Suspiro. — Ha de ser una buena chica para que la princesa la eligiera.

Entonces, las cosas en la mente de la señora Son hicieron click, desde la vez la princesa se apreció en la puerta de su casa hasta la vez que su hija llegó oliendo a ella, Mina era esa omega de la que estaban hablando.

— ¿Y por qué no lo han anunciado nada?

— No está confirmado, sólo son rumores, pero muchos sirvientes del palacio las han visto juntas, así que pide que sí sea real.

Cuando su hija la visitara, la llenaría de preguntas.

La princesa y la sirvienta ; michaengDonde viven las historias. Descúbrelo ahora