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— ¿A quién estamos esperando, alteza? — Preguntó Taehyung.

—Tú no sé, yo estoy esperando a Mina. — Respondió con simpleza.

El mayordomo quiso reírse, la princesa seguía molesta por sus tantas interrupciones cuando estaba con la omega, pero mantuvo la compostura.

Y como si Chaeyoung la hubiese invocado, Mina apareció por las puertas del castillo, la mirada de Chaeyoung se iluminó y fue hasta la Omega, quien sonrió al verlos.

— Princesa Son, buenos días. — Hizo una pequeña reverencia cómo saludo.

La alfa la abrazo, tomando por sorpresa a la más joven.

— Bienvenida otra vez al palacio, Mina.

— Ay no lo digas así, parece que llevo años sin venir. — Le dijo mientras la veía divertida.

—Me tuteaste. —Dijo bajito.

—¿Ah?

Chaeyoung sonrió, Mina la miraba confundida, ¿qué animal me había picado?

—Me acabas de tutear.

La omega abrió su boca en forma de "O", no se había dado cuenta de aquel detalle.

-Oh, lo siento, no me había dado cuenta.

- No, no, no, al contrario. - Tomó las manos de la omega. - Si lo hiciste significa que me tienes más confianza, eso me alegra.

-¿No le molesta que la trate de tú?

La alfa negó. - Puedes hacerlo, no quisiera que mi futura novia me siga tratando de usted.

Maldita alfa, haces que cada vez caiga más a ti. Pensó Mina.

-Lo tomaré en cuenta, ya me tengo que ir.

- ¿A dónde? - Le pregunto la alfa en un tono infantil.

- ¿Cómo que a dónde? Tengo que trabajar, iré a la cocina a avisarle a la señora Jihyo que ya regresé y luego me cambiaré.

- Quédate conmigo.

La omega la miró en desacuerdo, junto sus manos con las de la alfa.

- Mi princesa, me gusta estar contigo, créame. Tanto mi lobo como yo amamos tenerla cerca.- Confesó con las mejillas sonrojadas. - Pero, cómo le he dicho anteriormente, usted tiene responsabilidades que cumplir y no puede no hacerlas solo por mí.

- Sí puedo.

- No puedes. - Insistió. - Y si pudieras, yo tengo trabajo que hacer, ¿sino cómo me gano el dinero?

-¿Y si te pago para que estés conmigo? ¡Claro! Así las dos salimos ganando y pasamos tiempo juntas.

Ella rió, sin poder tomar en serio lo que había dicho la alfa.

- En serio me tengo que ir. - Se acercó a la alfa y dejó un besito en su mejilla. - Nos vemos más tarde, Chaeyoung.

Ahora fue el turno de la alfa quedarse estupefacta mientras veía como la omega se iba de allí.

La princesa y la sirvienta ; michaengDonde viven las historias. Descúbrelo ahora