Honeymoon

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El sol del atardecer se reflejaba en el mar, creando un camino de oro que se extendía hasta el horizonte. Nick y Charlie se sentaron en la arena, agotados pero felices después del largo viaje hacia su luna de miel. No necesitaban hablar, solo disfrutar del silencio y la compañía del otro.

Nick tomó la mano de Charlie, y él sonrió. La conexión entre ellos era como una chispa que saltaba en el aire, una corriente eléctrica que los unía sin necesidad de palabras, desde aquel día que cruzaron miradas por primera vez en ese pupitre. Las pequeñas olas tapizaban sus pies, en la brisa fresca de Menorca se respiraba el aroma a playa y el amor juvenil, una pareja de recién casados, inaugurando su luna de miel con un osculo bajo el atardecer.

Nick se apoyó en el hombro de Charlie, entrelazando sus dedos y escuchando el sonido de las olas rompiendo contra la orilla. El sol poniente pintó el cielo en tonos dorados y rosas, creando un lienzo de calidez y serenidad. El aire se llenó del suave aroma del mar y del débil sonido de los cantos lejanos de las gaviotas.

El pelirrojo miró a Charlie, admirando la forma en que los últimos rayos de sol iluminaban sus rasgos, la forma en que sus rizos oscuros se revolvían con la brisa. Él sonrió cálidamente, su mirada llena de amor y satisfacción.
Una vez que el sol comenzaba a esconderse detrás del mar, tomados de la mano regresan a su cuarto de hotel para cambiar sus prendas para su paseo nocturno, el primer paseo como esposos.

El aroma que irradia en la habitación es paz, el olor a bloqueador solar y un acompañamiento fresco por el aire acondicionado los hacía sentir en vacaciones, un aire lejos de casa en Kent.

—¿Estás listo, amor?— la voz de Nick hace eco en el cuarto mientras Charlie termina de arreglarse en el espejo del baño.

—Si, eso creo.—duda un poco cuando termina de peinar sus rizos carbón.

Nick entra al baño observando a Charlie con una camisa que combinaba con el azul de sus ojos y aquellos pantalones frescos color crema.

—¿No sé ve mal?—

—¿De que hablas? ¡Te ves sensacional! Eres sensacional..— lo abraza por detrás para posteriormente besar su nuca. —Tengo al esposo más apuesto.—
Charlie sostiene con delicadeza la mano de Nick y da un beso por encima de su piel, observando como su esposo estaba vestido con esa camisa de tela avellana que resaltaba con sus ojos y aquellos shorts que les daban frescura.

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Tomando su bicep al caminar juntos, recorren la nocturna brisa fresca de Menorca en su primera noche de Luna de Miel después de haber ido a cenar.

—¿Te gustó la cena, amor?—

—Estaba deliciosa, igual que esa bebida preparada.— besa sus labios delicadamente, sintiendo el sabor de alcohol.

—¿Que te gustaría hacer? — el chico de pecas sonrie.

De pronto, oyen música cerca de ellos, como si un evento se estuviese manifestando en la zona turística.

—¿Estás pensando lo mismo que yo?— sonríe Charlie.

—¿Estás seguro amor? Tu sabes que..no soy muy bueno con ésto.— Nick se sonroja de vergüenza.

—¡Segurísimo! Vamos.— lo jala y van a dónde la música suena.

Con el pulso acelerado por la emoción, Charlie tomó la mano de Nick y lo condujo hacia el lugar donde se estaba desarrollando el evento. La música se hacía más fuerte mientras se acercaban, llena de emoción y ritmo.

One shots/ HeartstopperDonde viven las historias. Descúbrelo ahora