Aniversary

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11 de Agosto, una fecha importante en el calendario para Nick y Charlie. Su aniversario.
Alguna vez, se hicieron la propuesta de que al cumplir el primer año de casados, celebrarían una semana entera manfiestandose de manera romántica y carnal, teniendo sexo durante la semana más especial de sus vidas.

Lunes
Son alrededor de las 7:00PM, Nick no tarda en regresar de su entrenamiento de Rugby. Charlie regresa del trabajo y corre a la habitación para preparar todo lo necesario para esa noche. Desde velas tenues alrededor del cuarto, hasta pétalos de rosas por la cama y el dormitorio, pero sobre todo, preparar la sorpresa especial que tenia para Nick.
Saca de una bolsa papel craft un baby doll, con encajes negros, se mira al espejo dudoso de querer probarse dicha prenda erótica.

—No seas cobarde.— se repite a él mismo y comienza a desvestirse frente al espejo. Después, observa como el baby doll encaja perfectamente con su silueta, sus caderas curvilíneas destacaban igual que lo sensibles que se miraban sus hombros.
De repente, escucha las llaves, Nick ha llegado.
Se mira una última vez en el espejo y siente mariposas en el estómago de la gran emoción y la reacción que podría tener su esposo.

—¡Char! ¡Amor! Ya llegué.— se escucha la voz de Nick en la sala. —Escucha, perdón por tardar un poco, había algo de tráfico y quería traer algo especial.— entra a la habitación con un ramo de gerberas y botella de vino.—Espero que te gus..— es interrumpido cuando ve la silueta de Charlie en la cama, con una rosa roja en sus dedos, mirándolo de manera provocativa.

—Hola cariño.— Charlie mantiene la mirada hacia Nick mientras pasea la rosa contra sus labios.

—Char..— Nick se queda con los labios entre abiertos, su corazón latiendo fuerte y un calor que recorre todo su cuerpo.

—¿Te gusta lo que ves?—

—Te ves maravilloso, mon amour..— empieza a bajar el tono de su voz y muerde suavemente sus labios mientras sus ojos avellana escanean el cuerpo de Charlie.

Sus ojos azules recorren el uniforme de rugby de Nick, la forma en que se ajusta a sus músculos, la forma en que los pantalones cortos abrazan sus curvas. Charlie se lame los labios, incapaz de resistir la tentación como la fruta del Edén. Nick deja el ramo de gerberas en la mesa de noche, se acerca un poco más a Charlie mientras sostiene su mandíbula. Se inclina y lo besa profundamente, agarrándose a sus caderas.

Charlie amaba ver a Nick en su faceta como jugador y coach del equipo de rugby, pero esa noche, una fantasía recorre su mente, no podía dejar de observarlo y lo bien que se veía con su uniforme. De pronto, Charlie se aparta un poco del beso, susurrando sin aliento.

—Nick.—

—¿Dime?— Nick se separa para agarrar una bocanada de aire.

—No te quites el uniforme..— Charlie susurra en su oído y lo toma de la nuca.— Quiero que te lo dejes puesto.—

Nick se muerde el labio inferior, su mente se acelera mientras Charlie le susurra al oído. No hay manera de que pueda negarle a Charlie, especialmente cuando está suplicando.

—Tus deseos son órdenes.— baja la voz y levanta una ceja picarona.

Nick presiona su cuerpo contra el de Charlie, apretando sus caderas contra las suyas mientras recorre sus labios desde su boca, a través de su mandíbula, hasta su cuello. Desliza sus manos debajo de los tirantes del baby doll de Charlie, pasando sus dedos por sus pectorales.

One shots/ HeartstopperDonde viven las historias. Descúbrelo ahora