Sparta.
—Quiero escuchar toda la verdad.
—Ven entonces vamonos.—Dijo entregandome el casco mientras nos subíamos a su moto.
Este empezó a conducir. Pase mis manos por toda su pansa para sujetarme y me acosté en su espalda.
No me enojaba tan si quiera el hecho de encontrarme esa foto.
Pero si desde un principio este había sido amable era porqué me parecía a ese chico.
Y no dudo que allá sido por eso.
Este freno y se estacionó enfrente de un muelle.
Ambos nos bajamos y este me empezó a guiar hasta unas tablas que eran seguramente donde solían embarcar las balsas para pescar.
Este se sentó en la orilla y poso su mano sobre la madera indicándome que también me sentará. Ambos nos sentamos y la noche se miraba reflejada en el agua del lago. Y nuestros pies quedaban en el aire sin tocar el agua.
—Todo empezó hace años. Cuando aún éramos niños.
Raptor, Mayo, Silvio y yo. Éramos muy buenos amigos, siempre lo fuimos pero de un momento a otro Raptor y Silvio empezaron a estar más tiempo a solas y descubrieron que estaban enamorados.—Dijo este sin apartar la vista del horizonte.—Cuando quise darme cuenta. Yo también estaba enamorado de él.—Dijo mientras en esta ocasión me miraba a los ojos.
—Ambos nos enamoramos del mismo chico. Y este solía estar con los dos. Nada formal. Salía con Raptor y conmigo y nos lo ocultaba a ambos. Estábamos perdidamente enamorados que si así lo hubiéramos sabido se que los dos estaríamos dispuestos a hacernos los ciegos.—Comentó sin apartar su mirada de la mía.
—¿Y que paso con él?—Pregunte tímidamente.
—Hace años no sabemos de él.—Comentó mientras está vez volvía a ver el horizonte.
—Era cruel, egoísta y manipulador. Pero estábamos enamorados. Al estar con nosotros cambiaba.—Mencionó mientras está vez soltaba un suspiro.
—Siempre supe que una de las razones para que este estuviera cerca de tí era porque le recordabas a él. Silvio siempre prefirió a Raptor. Incluso antes que mí. Raptor siempre fue su favorito. Y si tuviera que formalizar algo siempre lo haría con él.—Comentó. Yo solo podía guardar silencio ya que todo lo que escuchaba se me hacía intenso.
—¿También me hablas porque te recuerdo a él?—Pregunte a lo que este río.
—Jamás pensé que fueras él o te parecieras.
El día que te conocí en el bosque me acerque por la melodía de tu guitarra. Pero supe que jamás serías es. En tu rostro ví algo diferente. Verte tocar con mucha pasión tu guitarra. Eras una persona completamente distinta así su parecido físico sea idéntico.—Tu eres Sparta.
Dijo con una sonrisa mientras me miraba.
—Jamás te hable porque te parecías a él. Al contrario te hablé porque eres todo lo contrario a él.—Mencionó mientras mirabamos ambos las estrellas reflejado en el agua.
—¿Y Raptor crees que me allá hablado por eso?—Pregunte a lo que este solo me miro.
—No lo sé, Deberías preguntárselo.—Dijo para esta vez levantarse.
—No lo sé.—Respondí.
—Te dejaré en tu casa. Es demasiado tarde para que estés en un lugar como este.
—Esta bien, te lo agradecería.—Dije a lo que tome el casco y me lo coloque.
Este me dejó enfrente de la puerta de mi apartamento. Nos despedimos y cerre la puerta deslizándo mi espalda entre la madera hasta caer al piso.
Me encontraba agotado, confundido.
Tenía 6 llamadas de Mike. Y parece lo invoque porque este volvió a marcar.
—¿Estas bien? Estoy muy preocupado por ti Sparta.—Dijo al otro lado de la línea con desesperación.
—Estoy en casa. Le pedí a Flex que me llevara.—Dije y escuche un suspiro de alivio en la otra línea.
—Nos vemos mañana, trata de descansar.—Dijo antes de despedirnos y colgar el celular.
Me sentía abrumado. Ahora no podía pensar que la amabilidad de todos era por el hecho de que me parecía a él chico.
No cene. Solo me acosté y espere a que fuera el siguiente día.
Me levanté más temprano de lo usual, me bañe, cepille y me coloque mi uniforme llendome a la escuela.
No pensaba entrar las primeras horas y me dirigí hacia la sotea. Tome mi celular y coloqué una canción.
Coloqué mi mochila en el suelo y recosté mi cabeza en ella cerré los ojos y trate de descansar.
Ni tenía nada con esta persona y el hecho de saber que no era especial y llenaba un vacío me hacia sentir mal.
Me dolía. Ni si quiera quería explicaciones.
—¿Que haces aquí, Sparta?—Pregunto Mike tímidamente mientras se sentaba a mi lado cruzando sus pies.
—No quería entrar a clases.—Dije a lo que este solo coloco su mano entre mi cabello.
—Tengo que confesarte algo. Antes que me digas que sucede.—Dijo este. Tome mi celular y apague la música.
—Adelante, Te escucho.—Dije a lo que este vio el cielo mientras suspiraba.
—Antes de conocerte. Raptor te había visto días antes por la ciudad. Supuso que tendríamos la misma edad. Me mostró una foto de alguien ciertamente parecido a tí. Me dijo que te hablara y te incluyera a nuestro grupo de amigos.—Comentó mientras mis ojos se abrían por la sorpresa.
—Sé que quizás estuvo mal hablarte por él. Pero realmente me la paso muy bien a tu lado. No quisiera que te enojaras conmigo y por eso soy yo mismo quien te cuenta la verdad. No se que traía Raptor entre manos. Pero te juro que agradezco el hecho de que seamos amigos. Y por eso mismo no soy capaz de mentirte.—Dijo el rubio regalándome una sonrisa mientras tomaba mis manos.
—No te preocupes Mike. Estoy muy agradecido que tu seas mi amigo. Si no los días acá serían demasiado aburridos.—Dije a lo que este sonrió.