Me levantó el sonido de la puerta, alguien estaba tocándola con insistencia. Me asusté y miré la hora en el reloj al frente de mi cama 7:05am. Mierda. No otra vez.
Me levanto como puedo y abro la puerta rápidamente. Veo a Jorge sorprendentemente calmado. Me vió y suspiró.-¿Retrasada?.-dijo con sarcasmo.
-Lo siento, de verdad no sé qué ha pasado con mi despertador, pero no es primera vez que me pasa.-Respondí apenada.
-No pasa nada, que estas cosas pasan. Pero alistate rápido que podemos salir más tardar 7:30am.-Añadió.-¿Me dejás pasar mientras te espero?.-Señaló hacia adentro. Yo asentí y me fui a la habitación para alistarme.
No solía hacer tantos viajes en avión, no demasiados, pero sabía que debía vestirme cómoda, y más aún porque presentía iban a ser días muy movidos. Salí y coloqué a Dotty en su jaula y avisé que ya podíamos irnos.
Tomamos camino al aeropuerto y cuando llegamos Jorge me dio un ticket de avión. Eso me recordó el viaje que había estado planeando a Argentina, Mierda, otra cosa que debía resolver. Al menos faltan 5 meses. Me indicó que Gustavo estaría en la fila para hacer Check-In. Asentí y le agradecí. Me bajé y se fue.
Caminé por las primeras filas y no lo encontré. Le envié un texto.¿Dónde estás?
Pero no contestó. Seguí caminando tratando de encontrarlo pero la cantidad de equipaje que llevaba encima estaba molestándome.
Vi un círculo con mucha gente, recordé que Cerati era famoso, me causó gracia y fui hasta allá. En efecto, ahí estaba. Llevaba lentes de sol y parecía obstinado, estaba respondiendo preguntas y sonreía forzadamente. Me puse a su lado.-¿Todo bien?.-Le pregunté tomándole el brazo. Me miró cuando lo toqué, sonrió.
-Pues que no puedo tomar un vuelo sin que me quieran preguntar de qué color tengo el orto.-Dijo sin ánimos.-Muchas gracias muchachos, pero ya me tengo que ir.-La gente empezó a gritar con más fuerza, y trataban de detenerlo. Me tomó la mano y me dirigió a la taquilla rápidamente. Ahí no podía haber gente alrededor, así que los agentes de seguridad guardaron el paso.
-¿Le puedo hacer una pregunta?.-Dijo de repente la mujer que nos tendió los tickets. La miramos extrañados. El asintió.-¿me podrías dar un autógrafo? Soy tu fan, bueno de soda, desde que era chica. Por favor.-El me miró y luego sacó un marcador negro, le asintió sonriendo.
Caminamos vía a la puerta de embarque, nos tomaron los tickets y nos adentramos al avión, Dotty estaba inquieta, le di premios para distraerla. Ya sentados, y cuando el avión despegó Gustavo se quedó profundamente dormido. Lo miré y sonreí, hace dos días ni se me pasaba por la cabeza estar aquí, ni con él.
Dotty también durmió, y yo con ella.
Gustavo me tomó la mano y la acarició, me despertó.-¿Querés tomar algo?.-Preguntó viéndome divertido.
-¿Qué pasa?¿tengo algo?.-pregunté confundida, ignorando la primera pregunta.
-No, nada. Decime.-Me sonrió.
-Una agüita.-Dije acomodándome en mi asiento. La azafata empezó a buscar en su carrito.
-La chica quiere decir que en este avión no tienen agua, que si querés tomar algo es de Whisky en adelante.-bromeó. La azafata rió nerviosa, luego me extendió un agua.-A mí regalame un café, guapa.-Lo miré y volteé los ojos. El lo notó y soltó una pequeña risa.
Tenía tanto sueño que me volteé a dormir de nuevo, no sé de dónde traía tanto. Me desperté con los maullidos de Dotty, quería salir de la jaula, me dio pesar pero nada que se pueda hacer. Gustavo estaba en su celular, traía cara de concentración.
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Sweet Sahumerio
Romance"Yo merezco lo que sueño. No sé qué tan espiritual podría considerarme en estos momentos pero no necesité prender inciensos ni hacer rituales de amor para atraerte. Estabas ahí, en mi santuario, como un sahumerio, dulce, divino."