Dipper y Mabel sospechan.

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En la Cabaña del Misterio, Stanford estaba profundamente angustiado al descubrir que su creación había regresado a Gravity Falls.

"Esto es malo... muy malo," murmuraba Ford mientras daba vueltas nerviosamente en su laboratorio. "Si los niños, ahora que la conocen, comienzan a interesarse en ella, lo más probable es que él se entere de que está aquí... y eso sería un desastre."

Ford se detuvo un momento, respirando pesadamente mientras trataba de calmarse. Sabía que la situación era delicada. Los secretos que había enterrado hace tantos años ahora estaban a punto de salir a la luz, y eso podría poner en peligro a todos los que él amaba.

De repente, una estática inquietante llenó el laboratorio, haciendo que Ford se tensara al instante. Sabía muy bien lo que eso significaba, y su temor se materializó cuando la voz que tanto temía resonó en el aire.

"Oh, vaya, Stanford. Parece que algo te está causando angustia," dijo la voz burlona de Bill Cipher, la mayor pesadilla de Ford y el segundo creador de Fallin. Ese maldito triángulo de doble cara que siempre estaba presente para atormentarlo a él y a su familia.

"¿Qué te interesa, Bill? ¡Sabes muy bien cuál es mi preocupación!" gritó Ford, su voz llena de ira mientras dirigía una mirada feroz hacia el triángulo parlante que flotaba frente a él.

"Es cierto, Stanford. Nuestra pequeña niña, fruto de nuestro 'amor'," dijo Cipher con un tono burlón, disfrutando de la molestia de Ford. "Ha regresado... y está buscando respuestas. Y si tú no se las das... bueno, sabes que yo lo haré," añadió con un aire altanero, disfrutando de cada palabra que pronunciaba.

Ford sintió un escalofrío recorrer su espalda. Sabía que Bill no se detendría ante nada para conseguir lo que quería, y la idea de que pudiera acercarse a Fallin era aterradora.

"Ella no tiene nada que ver contigo, Bill. Mantente alejado de ella," advirtió Ford, aunque sabía que sus palabras caían en oídos sordos.

"¡Oh, Fordsy, no seas tan aburrido! Sabes tan bien como yo que ella tiene todo que ver conmigo. Y créeme, si tú no le das las respuestas que busca... estaré encantado de dárselas yo mismo," dijo Bill con una risa siniestra que resonó en el laboratorio, llenando el espacio con una inquietante sensación de desesperanza.

"No te atreverías," respondió Ford con voz temblorosa de ira, intentando mantener la calma. "Ella no es un juguete que puedas usar a tu antojo, Bill. Si descubre lo que puede hacer con su poder, no solo será el fin de Gravity Falls, sino de toda nuestra realidad."

Bill Cipher dejó escapar una risa sarcástica, su ojo brillando con una mezcla de diversión y desprecio. "¿Realmente te preocupaste por ella, Stanford? No me hagas reír. Ella no tiene idea de las maravillas de caos que puede desatar, y cuando intenté mostrarle su verdadero potencial, tú te aseguraste de enviarla lejos de mí," dijo Bill, su tono volviéndose más oscuro.

Ford sintió un nudo en el estómago al escuchar esas palabras. Sabía que había cometido errores en el pasado, pero había actuado por miedo, por el temor de lo que Bill podría hacer con una niña tan poderosa como Fallin.

"¿De verdad crees que ella querrá escucharte?" continuó Bill, su voz llena de veneno. "Después de todo, en lugar de ayudarla a controlar su magia del caos, simplemente la abandonaste. ¿Qué clase de padre hace eso?" El tono de Bill se volvió burlón y cruel, como un cuchillo retorciéndose en la culpa de Ford.

Ford apretó los puños, tratando de no dejarse llevar por la provocación de Bill. "Hice lo que pensé que era mejor para ella... y para todos," dijo, aunque sabía que sus palabras sonaban vacías incluso para él.

"Eso no es verdad, Seis Dedos," dijo Bill con desdén. "Nunca viste a Fallin como tu hija. La viste como un objeto que podías desechar, y cuando te diste cuenta del potencial que tenía, la enviaste lejos de aquí."

Pausada////EL SECRETO DE STANFORD (BillFord)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora