Raromagedon parte 2

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"Esto es malo," murmuró Wendy mientras intentaba desesperadamente contactar a su familia. Su teléfono apenas tenía señal, y cada intento de llamada fallaba, aumentando su ansiedad. "Vamos, vamos, por favor, contesten..." dijo con la voz quebrada.

Soos, con un gesto de preocupación, intentaba lo mismo, buscando una forma de contactar a su abuela. "Abuela, ¿estás ahí? Por favor, responde..." Pero al igual que Wendy, solo obtenía silencio del otro lado.

Mientras tanto, Dipper y Stan estaban inmersos en los diarios de Ford, tratando de encontrar alguna pista, algún método, cualquier cosa que les pudiera ayudar a detener esta catástrofe. Sin embargo, la desesperación crecía con cada página que revisaban, ya que los diarios no mencionaban nada concreto sobre cómo detener el "Raromagedón" que se estaba desatando.

"Nada!" gritó Dipper, arrojando el diario de Ford al suelo con frustración. Sus manos temblaban mientras intentaba controlar el miedo que sentía. El caos en el pueblo, la amenaza de Vorazith, y la desaparición de Mabel lo estaban afectando más de lo que quería admitir.

"Niño, tranquilízate," dijo Stan con firmeza, colocando una mano en el hombro de su sobrino. "Perder la calma no nos va a ayudar. Ford tenía que tener algo en su laboratorio. Vamos, encontraremos una solución allí." Con una mezcla de determinación y urgencia, Stan guió a Dipper hacia el laboratorio secreto de Ford, esperando encontrar algo que pudiera cambiar el rumbo de los acontecimientos.

Al entrar al laboratorio, la atmósfera se sentía densa, cargada de la desesperación que ambos sentían. Empezaron a buscar frenéticamente entre los documentos, archivos, y notas de Ford, revisando cada estantería, cada cajón, cada rincón en busca de una pista, cualquier pista que pudiera ayudarles. Pero, una vez más, se encontraron con el mismo problema: nada parecía ofrecer una solución.

La frustración aumentaba en Dipper hasta que, de repente, algo llamó su atención. En medio de una pila de papeles desordenados, vio una carpeta etiquetada con un nombre que le hizo detenerse en seco: "Fallin."

Al abrir la carpeta etiquetada con el nombre "Fallin," Dipper se sorprendió al ver que no era un informe científico como había esperado. En lugar de eso, parecía un álbum de fotos. Había imágenes desde el nacimiento de Fallin, momentos importantes como cuando salió de la incubadora, e incluso algunas fotos familiares. Cada una de estas fotos estaba acompañada por escritos hechos a mano, algunos de ellos por Ford y otros claramente por Bill, con su característico estilo desenfadado.

Dipper pasó las páginas con creciente asombro y melancolía. Entre las imágenes, encontró una en particular que lo dejó sin palabras. Era una foto de Bill en su forma humana, sosteniendo a la pequeña Fallin en sus brazos. Ambos estaban sonriendo, y la imagen destilaba un tipo de felicidad que Dipper nunca había asociado con Bill Cipher. En la parte trasera de la foto, había una nota escrita por Ford:

"Cuando Fallin sale de control, Bill siempre canta esa cancioncita de Buddy Holly, 'Everyday'. Al parecer, la canción y la melodía la calman hasta que recupere la conciencia."

Dipper leyó y releyó esas palabras, tratando de procesar lo que significaban. Guardó la primera fotografía en su chaleco, sintiendo que la pista sobre la canción podría ser crucial. Sin embargo, no dejó de buscar entre los documentos y fotografías en la carpeta, esperando encontrar algo más que pudiera ayudarlos.

De repente, una segunda fotografía captó su atención. Mostraba a Ford estrechando la mano con alguien que Dipper reconoció de inmediato: Vorazith. Al fondo, Bill sostenía a la pequeña Fallin en brazos, con una expresión de desaprobación evidente en su rostro. Era una imagen inquietante, que transmitía una tensión palpable entre los tres adultos.

Dipper volteó la fotografía, esperando encontrar alguna anotación, y efectivamente, había un mensaje escrito por Bill:

"Vorazith no es de fiar, se que está aquí por mi hija y no lo permitiré. Ford es un tonto al querer confiar en él. Si algo le llegase a hacer a mi hija, sé cómo desterrarlo, pero necesitaría la ayuda de Ford. Espero que no se ciegue por más conocimiento."

Al leer esas palabras, Dipper sintió un escalofrío recorrer su espalda. Bill, a pesar de sus innumerables defectos y peligros, siempre había tenido un instinto protector hacia su hija. Y ahora, este mensaje revelaba que Bill sabía cómo derrotar a Vorazith, pero que necesitaba la cooperación de Ford, quien había sido engañado por su búsqueda insaciable de conocimiento.

Dipper soltó la fotografía, su mente trabajando a toda velocidad para asimilar lo que acababa de descubrir. "¡Bill sabe cómo derrotar a Vorazith!" exclamó, mirando a su tío Stan con una mezcla de urgencia y esperanza en sus ojos.

Stan entendió que el niño tenía un plan, y ahora estaban reunidos los cuatro en la sala.

"Bien," comenzó Dipper con firmeza, "Bill sabía que Vorazith estaba aquí por Fallin y también sabe cómo derrotarlo. Así que nuestro objetivo principal es rescatarlo a él y a Mabel," dijo, mostrando la parte trasera de la fotografía donde Bill había dejado su advertencia.

"Soos y yo ya sabemos dónde debería estar Mabel. La estatua de Bill y Ford debe estar en el castillo de Vorazith," explicó Wendy, su rostro mostrando determinación.

"Pero no podemos salir afuera," intervino Stan, recordando la gravedad de la situación. "La cabaña es el único lugar seguro. ¿Qué haríamos si intentamos salir?"

"El señor Pines tiene razón," agregó Soos, pensativo. "No es como si pudiéramos llevar la cabaña hasta el castillo de Vorazith."

Dipper, con una chispa de ingenio, iba a sugerir algo cuando un ruido afuera de la cabaña interrumpió su pensamiento. Los cuatro se pusieron en alerta y salieron con sus armas, preparados para cualquier cosa.

Al abrir la puerta, vieron un grupo de sobrevivientes corriendo desesperados, perseguidos por una bandada de ojocielagos. Los horribles seres voladores atacaban sin piedad, y algunos de los desafortunados no lograron escapar, siendo convertidos en piedra en el acto.

"¡Ey!" gritó Stan, su voz resonando en el caos. "¡Entren!" ordenó, abriendo la puerta de la cabaña de par en par mientras Wendy y Soos, armados, hacían lo posible para distraer a las criaturas.

Los sobrevivientes corrieron hacia la seguridad de la cabaña, entre ellos, algunos residentes del pueblo y unas cuantas anomalías que, al parecer, estaban tan desesperadas como ellos por escapar del caos.

Una vez dentro, el grupo cerró la puerta rápidamente, respirando aliviados aunque todavía alertas. El ambiente dentro de la cabaña se volvió más denso con la llegada de los nuevos refugiados, algunos de los cuales estaban heridos o en estado de shock.

"Tío Stan, encárgate de los sobrevivientes, nosotros vamos por Mabel," dijo Dipper con determinación, mientras Wendy y Soos se dirigían a la camioneta de Soos.

Stan asintió con gravedad, su mirada reflejando una mezcla de preocupación y orgullo. "Suerte, hijo," dijo, observando cómo los tres subían al vehículo. El motor rugió y la camioneta comenzó a avanzar hacia el caos que envolvía Gravity Falls, dirigiéndose hacia la burbuja gigante que cubría parte del pueblo, marcada con un dibujo de una estrella fugaz, el símbolo que había llegado a representar a Mabel.

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Nos vemos el proximo año bye.

Pausada////EL SECRETO DE STANFORD (BillFord)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora