Tener un mejor amigo es como tener un hermano con el cual no compartes apellido.
¿Pero que pasa cuanto te enamoras de tu mejor amigo?
Era doloroso, te sentía rechazado constantemente sabiendo que tú único lugar era ser su mejor amiga. Conocí ha Han Jisung cuando era una adolescente, rápidamente nos hicimos inseparables, nunca me replantee tener sentimientos románticos hacia él. Bueno, hasta que nos tuvimos que separar gracias a Stray kids, dejar de ver a Jisung tan seguido me hizo darme cuenta de que ocupaba en mi corazón un lugar mucho más grande que un mejor amigo.
Era mi otra mitad, ambos sin otro nos sentíamos perdidos. Por eso Jisung y yo habíamos quedado en vernos cada sábado para ver una peli juntos en el sofá, para así poder seguir viéndonos.
Por eso mismo estoy sentada en el sofá de la casa de Jisung, él estaba terminando de hacer las palomitas mientras yo elegía una película.
- ¿Hannie, vemos Deadpool? - pregunté sin apartar la mirada de la pantalla.
- Claro, pequeña -.
Volvió al salón un un bol lleno de palomitas entre sus manos.
- He comprado palomitas de mantequilla, tus favoritas - dije mientras se sentaba a mi lado.
Nos tapo a ambos con la manta y dejó el bol con palomitas entre los dos, ambos mirábamos relajados la película mientras comentábamos las escenas. De vez en cuando nuestras manos de rozaban cuando coincidíamos para tomar palomitas, hacían que las mejillas se ambos de pusieran rosas y rieramos nerviosos.
Nuestros sentimientos era demasiado obvios pero estábamos tan asustados por la opción de recibir una respuesta negativa que no veíamos la evidente respuesta.
Cuando fue la octava vez que nuestras manos rozaron suspiré y me arme de valor para entrelazar su mano con la mía, puede ver perfectamente como Jisung se tenso y me miró con sus ojos abiertos como un cervatillo.
- Jisung... - murmuré.
La voz de mi mejor amigo tembló mientras miraba nuestras manos aún unidas - ¿S-si? -.
Tantas cosas pasaban por mi cabeza en ese momento y la mayoría de ellas hacía que mi corazón de aceleré, ya no había vuelta atrás. No podía más con la incitedumbre que me generaban mis sentimientos a Jisung.
- Hannie... Me gustas... Mucho - él soltó mis manos de golpe, sus manos temblaban al igual que las mias.
- Hannie... Te quiero, pero como más que un mejor amigo -.
Silenció.
Eso fue lo único que tuve en respuesta, incluso la película se había pausado.
Espere por unos largos cinco minutos una respuesta por parte de Jisung que nunca llego, solo balbuceó cosas sin sentido y aquello acabo de romper mi corazón.
Me levanté del sofá con la poca dignidad que me quedaba.
- Lo siento -.
Fue lo que murmuré antes de salir de su hogar.
...
Al día siguiente me sentía aún peor, no podía dejar de replantearme lo idiota que era. Solo salía de la cama para ir baño y abrirle la puerta al repartidor que al verme me miró con pena.
Y normal, mis ojos estaban rojos e hinchados de llorar y mi pelo estaba hecho una maraña horrorosa.
La segunda vez que sonó el timbre no me plantee la idea que fuera otra persona más que el repartidor. Cuando abri en mi cara estalló un estallido rojo en mis mejillas al ver a Jisung de mi puerta, tan perfecto como siempre.
Vi como Jisung abrió su boca para hablar pero no le dio tiempo a emitir un sonido ya que cerré la puerta en su cara, me gire y comencé a caminar hacia mi habitación de nuevo para volver a llorar bajo mis sábanas cuando la puerta de mi departamento se abrió.
- Se te ha olvidado que me diste copias de tus llaves -.
Mierda.
Me gire y me abrace a mis misma es gesto a autoprotección para mirarlo.
- No necesito que me rechazen dos veces Jisung, ayer el mensaje me quedo claro -.
Él suspiro y cerro la puerta de mi piso guardo las llaves en su bolsillo y se acercó a mí. Se acercó a mi hasta que solo había un paso de distancia, al verlo de más cerca puede notar que sus ojos estaban rojos como si hubiera estado llorando.
- Déjame hab- - lo interrumpi.
- ¿Dejarte a hablar? Ayer te dejé cinco largos minutos y tú te quedaste en silencio, un no me hubiera dolido menos -.
Jisung me agarró de los hombros y me miró a los ojos.
- Lo sé... Y lo siento, lo hice muy mal peque. Pero déjame hablar ahora, no me he pasado la noche en vela pensando en nosotros para nada -.
- Si vas a hablar para hacerme llorar de nue- - ahora fue el quién me interrumpio.
- Llevó enamorado de ti desde la sengundaria t/n, mi corazón lleva latiendo por tí durante muchos años -.
Mi boca se cerró de golpe al escuchar eso, por un momento pensé que había sido una alucinación que el haber llorado durante horas me estaba haciendo deleirar pero el tono carmesí de las mejillas de Jisung me hizo darme cuenta de no era un delirio.
- Ayer lo hice mal, muy mal y me odió por haberte echo llorar - subió su mano a mí mejilla y limpió algunas lágrimas que estaban atrapadas en mis mejillas.
- Tus ojos llenos de lágrimas son como clavos para mí corazón, por favor Peque perdoname lo estúpido que fui ayer y dame una oportunidad -.
¿Esto era real? Yo podía ser la novia de Han Jisung...
- Jisung... Yo - el acunó mis mejillas con sus manos - sería muy feliz... Siendo tu novia -.
Una linda sonrisa apareció en el rostro de Jisung y acercó sus labios a mi frente besándola con delicadeza, subió su mano y acaricio mi cabello despeinado.
- Te ves muy bonita... - murmuró.
- Jisung, estoy despeinada, sin maquillaje y con el pijama ¿Como me voy a ver bonita? - al escucharme Jisung sonrió.
- Siempre te ves bonita, incluso cuando tienes legañas en tus bonitos ojos -.
Nada más dijo eso lleve mis manos a mis ojos frotandolos avergonzada para limpiarlos, la risa de Jisung relleno el silencio de la habitación y luego Jisung me abrazó encondiendome entre su pecho mientras ponía su cabeza sobre la mía y dejaba un beso en mi cabello.
No se decir cuánto tiempo estuvimos abrazos el silencio pero lo suficiente para cansarnos de estar de pie y tener que sentarnos en sofá para poder seguir abrazados. Muchas veces pensé que como se estar sentada en su regazo entre sus brazos pero sin duda la realidad superaba a todo lo que pensaba.
Su mano pasaba por mi espalda, sus dedos tocabam mi columna haciendo movientos irregular para que me relajara, mi cara estaba enterrada en su cuello pasando mi nariz por si cuello oliendo si aroma.
- ¿Esto nos convierte en novios? - murmuré sobré su cuello.
Las manos de Jisung se detuvieron durante unos segundos pero luego siguió con sus caricias - Me encantaría ser tu novio bonita... ¿Tú te sientes lista para ello? -.
- Si, si quiero ser tu novia, Hannie -.
Llevo su otra mano a mí mejilla y me tomo del mentón con delicadeza para que lo mirara, su nariz rozo con la mientras nuestros alientos se mezclaban.
- ¿Eso quiere decir que puedo darte un beso? -.
Mi asentimiento fue leve pero eso basto para que posará sus labios con los míos. Fue tan dulce y tierno que tenía las famosas mariposas del estómago revolotetar con locura.
Sus labios se movían sobre los míos marcando el ritmo dulce del beso hasta que se separó dando un piquito final que me hizo tener una estúpida sonrisa, al abrí mis ojos puede notar que no era la única con esa sonrisa que ya él me miraba de la misma manera.