- ¿De verdad tienes que irte, Lix? - mis ojos estaban llenos de lágrimas.
Felix me alejó de su familia y me abrazó besando mi frente.
- Honey, ya hablamos de ésto... - estaba intentando no llorar.
Me aferre a sus brazos con fuerza, hundía mi cabeza en su pecho manchando su camiseta con mis lágrimas.
- L-lo se, pero te voy a echar mucho de menos, amor mío -.
Sus manos subieron a mi barbilla y me hizo mirarlo.
- Volveré mi vida, aún que sean cuatro o seis años después y volveré a reclamar tu corazón -.
Empezaron a caerle las lágrimas por sus mejillas.
- Prométeme que seguiras con tu vida Honey, prometelo -.
Asenti levemente y me puse de puntillas uniendo nuestros labios, ese sería nuestro último beso.
...
- oh vamos yo creó que deberías darle una oportunidad a Matías - me dijo Olivia mientras preparábamos las pinturas para los niños pequeños.
Agarre la caja de suelo y la abrí mientras ponía las pinturas para el rostro en la mesa.
- No estoy interesada en él -.
Se formó un pequeño silencio que fue Olivia quien lo cortó.
- T/n, en algún momento tendrás que super a mi hermano, se que lo quieres pero él ahora está viviendo su vida -.
Sus palabras me vieron como una bofetada, era consciente de que Felix decidió irse de mi vida y no sabía si iba a volver, pero no podía olvidar todos aquellos momentos donde me hizo sentir unica y amada.
Suspiré y seguí colocando las pinturas en la mesa, sentía su mirada en mi pero no me atreví a mirarla.
Ella tenía razón era ridículo seguir esperando por su hermano, cuando el nunca volvería a mis brazos teniendo mil opciones mejores que yo a su alrededor.
- t/n... Lo siento yo... No deb- - la corté.
- Da igual Olivia, tienes razón - la miré y sonreí débilmente.
Miré la mesa llena de pinturas y suspire.
- Iré a guardar las cajas, los niños vendrán enseguida -.
Me agaché y agarré las cajas del suelo para llevarlas al furgón, metiéndolas en la parte trasera apilandolas mientras de fondo escuchaba como los niños empezaban a llegar al cumpleaños.
Mi jornada comenzó y como siempre me senté en mi silla y comencé a pintar el rostro de los niños mientras que Olivia a mi lado jugaba con ellos junto a las otras monitoras.
Estaba pedida en mis pensamientos mientras pintaba el rostro de una niña rubia de tigre, pintaba su pequeño rostro con mi pincel cuando llegó un coche negro que se paró en la acera del frente, no le tome importancia pensando que seria el padre o madre de algunos de los niños... Bueno eso pensé hasta que un grito de Olivia alarmó a todos.
Lleve mi mirada al coche de nuevo mientras veía a mi amiga correr hacia el pero todas mi alertas de peligro se detuvieron cuando vi la cabellera rubia de Lee Felix salir del coche, Olivia lo abrazó rodeado sus piernas a su cintura mientras Felix la sostenía y la abrazaba con cariño.
Todas aquellas emociones que sentía cuando era adolescente al verlo volvieron a nacer, él no me vio y tampoco parecía notarme hasta unos minutos después que vi sus oscuros ojos mirándome, su linda sonrisa calló al verme.